EL MOTOR PARA MAZDA

¿Tienen sentido los coches diésel en 2023?

Han perdido popularidad, pero modelos de gasóleo como el nuevo Mazda CX-60 siguen siendo imbatibles para hacer muchos kilómetros y, además, son más eficientes que nunca.

Mazda CX-60
El Mazda CX-60 puede montar dos motores diésel.

La persecución de los coches térmicos en Europa a medio plazo es un hecho (su venta en 2035 estará prohibida) y a menudo se pone al diésel como el mal a evitar. Pero, ¿es en realidad el gasóleo culpable de todos los males que se le achacan? ¿Acaso no tienen sentido los coches diésel en 2023?

Lo cierto es que el combustible se encuentra en una situación compleja, pues ha perdido popularidad cuando antes era la opción principal en países como España, pero dista mucho de poder considerarse una opción inviable para muchos automovilistas.  

Los motores diésel siguen siendo los más destacados en ciertas situaciones, sobre todo para llevar a cabo viajes largos por carretera. Y un socio perfecto para las tecnologías electrificadas que están tan de moda, con las que forman un combo notable en términos de eficiencia.

Popularidad a la baja

Durante los años 90 y los 2000 el diésel irrumpió con fuerza y, por los puntos a favor que tiene (un precio más bajo y consumos más ajustados), se convirtió en el combustible predilecto del mercado.

Sin embargo, en los últimos años se ha producido una inversión en la tendencia. Tomando como base los datos de matriculaciones en España en 2022, el 41,9% de las ventas fueron de modelos de gasolina y solo el 17,2% de diésel. El 40,9% restante engloba todas las opciones electrificadas del mercado, lo que implica desde microhíbridos a eléctricos puros.

El detalle a considerar, no obstante, es que hoy en día muchas mecánicas diésel cuentan con apoyo eléctrico, por lo que su presencia en el mercado es mayor de lo que parece atendiendo a las cifras.

Sobre el papel, el gasóleo no pasa por su mejor momento, pero, aplicando las tecnologías adecuadas, se puede ir en contra esta tendencias del mercado, como hace Mazda con el lanzamiento de su nuevo motor e-Skyactiv Diésel para el Mazda CX-60.

Consciente de que en la actualidad todavía es el combustible que mejor cubre las necesidades de un gran número de conductores, la marca japonesa ha continuado adelante con el enfoque de distintas tecnologías en sus automóviles para ofrecer las mejores alternativas a sus clientes.

Además, es muy importante destacar que en el segmento al que pertenece el Mazda CX-60, SUV del segmento D, las ventas de motorizaciones diésel representan aún más de la mitad de las matriculaciones, de ahí la importancia de poder tener un vehículo con esta tecnología para Mazda.

Para el todocamino, que es el nuevo buque insignia de la compañía, además de una opción híbrida enchufable, ha desarrollado un motor de 3,3 litros y seis cilindros en línea, que busca el equilibrio entre rendimiento y eficiencia en cualquiera de las dos potencias en las que está disponible.

Mazda CX-60

Los diésel más limpios de la historia

Desde los organismos públicos se ha tendido a criminalizar al diésel en los últimos años, señalando que son motores altamente contaminantes. Esto, que era cierto en lo referente a los coches de hace 15 o 20 años, en la actualidad no es así, puesto que las mecánicas modernas cuentan con tecnología que hace de ellos propulsores realmente limpios.

Los bloques actuales, para poder ajustarse a las cada vez más estrictas normativas de emisiones, han ido incorporando paulatinamente soluciones para reducir su impacto sobre el medio ambiente: AdBlue, filtros de partículas, trampas de NOx, etc.

En este campo Mazda ha ido un paso más allá, pues ha desarrollado la tecnología de combustión limpia DCPCI (encendido por compresión controlado por la distribución con premezcla parcial). Ésta mejora la eficiencia de la combustión del motor hasta en un 40%, consiguiendo rebajar emisiones, consumo y también nivel de ruido.

Mazda CX-60

A esto se suma la presencia del sistema M Hybrid Boost de 48 voltios, que gracias a la hibridación ligera consigue optimizar todavía más su eficiencia, además de permitirle lucir la etiqueta ECO de la DGT y disfrutar de todas sus ventajas.

La combinación de un motor diésel, ya de por si frugal, con la asistencia eléctrica que apoya a la propulsión en aceleraciones e incluso permitiendo que el vehículo circule a vela a velocidades de crucero, consigue contener todavía más el gasto de combustible y las emisiones contaminantes.

Dos caras de la misma fórmula

En el caso del Mazda CX-60, el motor e-Skyactiv D está disponible en dos versiones distintas, siempre asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades.

La de acceso desarrolla 200 CV y 450 Nm, a lo que se suman los 153 Nm que aporta el motor eléctrico. Gracias a ello acelera de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y alcanza una velocidad punta de 212 km/h, mientras que homologa un consumo de solo cinco litros a los 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 128-130 g/km.

La variante superior, que emplea un sistema de tracción integral, entrega 254 CV y 550 Nm, además del aporte del sistema microhíbrido, alcanza los 100 km/h desde parado en 7,4 segundos y su velocidad máxima es de 219 km/h. A pesar de su mayor rendimiento, su eficiencia es bastante similar: 5,2-5,3 l/100 km y 137-139 g/km.

De esta manera, un coche con motor diésel, que ya destacaba en autopistas y autovías, mejora su eficiencia y suavidad de comportamiento en entornos urbanos, donde además puede disfrutar de un preciado distintivo ecológico para poder acceder sin problema a las zonas de bajas emisiones (ZBE).

Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram

Newsletter ElMotor

Recibe la newsletter de EL MOTOR con toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia.

Apúntate

Servicios ELMOTOR

Encuentra los mejores talleres, seguros, autoescuelas, neumáticos…

BUSCAR
Cerrar

NEWSLETTER

Toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia en tu buzón de correo.

¡Me interesa!
Por ahora no