Los coches de ciudad siempre han presentado una rentabilidad difícil. Y es que los utilitarios, que marcan el siguiente escalón en tamaño de la oferta, prestan un servicio bastante más completo por muy poco más dinero. Pero Toyota parece haber encontrado una salida a este círculo vicioso en su Aygo X Cross, la nueva entrega de su urbanita.
La solución de Toyota radica en tres aspectos principales: más tamaño, para ampliar el interior y ofrecer también mayor aplomo de marcha; más diseño, para que el coche entre mejor por los ojos, y más economías de escala, para reducir los costes de desarrollo y producción.
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Con estas credenciales, el Aygo X Cross parece en disposición de competir con garantías. Y así lo piensa la compañía japonesa, que ha decidido además afrontar en solitario la fabricación del nuevo modelo, que será por tanto un coche único, sin clones de otras marcas (el anterior tuvo gemelos de Citroën y Peugeot, y se producía conjuntamente entre las tres firmas).
Llega a España en primavera
El Toyota Aygo X Cross llegará a España en primavera de 2022 y, aunque todavía no hay precios, Andrea Carlucci, vicepresidente de Marketing y Producto de Toyota Europa, ha asegurado que “seguirá siendo un coche asequible”. El anterior, ya descatalogado, se vendía a partir de 10.700 euros.
Ahora mide 3,70 metros de longitud, 23,5 centímetros más, llega a 1,74 metros de anchura (12,5 más) y a 1,51 de altura (otros cinco). Y el resultado es positivo y doble. Por un lado, tiene más empaque y presencia exteriores, y por otro, suma mayor habitabilidad interior y maletero.
Aygo X Cross: estética con fuerza
El diseño gana músculo y recoge detalles de los SUV para crear un conjunto de corte crossover o mestizo y una apariencia general llamativa. Y el interior, también con rasgos originales, suma cuatro plazas aptas para adultos y una zona de carga de 231 litros, 60 más que en el Aygo saliente.
Tiene carrocería de cinco puertas y, en algunos acabados, podrá incluir un techo de lona replegable, que se recoge hacia atrás y permite destapar la cabina.
Su amplitud es más propia de un utilitario, y de hecho casi lo es, porque el chasis, la base mecánica, es la misma del Yaris, el utilitario de Toyota (3,94 metros). La mayor envergadura mecánica debería reportar asimismo un mayor aplomo de marcha, otra de las carencias habituales entre los coches de ciudad, que se apreciaría en su mayor confort y estabilidad en desplazamientos por carretera y autopista.
Además, al compartir la plataforma del Yaris y sumar las ventas de ambos modelos, Carlucci espera que se “superen las 500.000 unidades anuales”, una estimación que permitiría garantizar la rentabilidad.
Mecánica de bajo consumo
El motor es el mismo del Aygo, aunque con evoluciones para mejorarlo: pasa de 70 a 72 CV, tiene algo más par (93 Nm) y consume menos, porque se conforma con 4,7 litros de media oficial cada 100 kilómetros, 0,3 por debajo a pesar del tamaño muy superior del nuevo modelo. Y emite 107 g/km de CO2.
El cambio puede ser manual de cinco marchas o automático CVT, que mejora el confort al volante pero gasta algo más (4,9 litros), y la tracción es siempre delantera. La mecánica no recoge electrificación ninguna y cuenta con la etiqueta ambiental C, “pero logramos mejores consumos [que las opciones microhíbridas equivalentes, con sello ECO] y así no afecta al precio”, sostiene Carlucci.
Toyota anuncia que el Aygo X Cross tiene un comportamiento dinámico más competente fuera de la ciudad, y también aspectos muy prácticos para el uso urbano, como su mínimo radio de giro, de solo 4,7 metros (9,4 entre aceras), que facilita la circulación y el aparcamiento.
Pero el vicepresidente de marketing y producto de Toyota Europa tampoco descarta nuevas mecánicas, especialmente a partir de 2025, cuando “Euro 7 entre en vigor”. La nueva norma de emisiones, aún por definir en sus detalles finales, recortará hasta en un 80% la polución que se permite hoy y podría hacer que los motores térmicos actuales sean inviables.
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