En el mundo del motor, hay una serie de preguntas recurrentes. Las gasolineras ‘low cost’ protagonizan varias de ellas. Si todo el combustible viene del mismo sitio, ¿por qué son más baratas? ¿Qué las diferencia de las tradicionales?
Para responder a estas cuestiones, el podcast Rutas de Éxito ha entrevistado a Isabel Miramunt. Es la responsable del departamento comercial de Petromiralles, una empresa que, entre sus actividades comerciales, posee estaciones de servicio.
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Isabel Miramunt desvela una diferencia que, hasta ahora, muchos habían pasado por alto y ha sorprendido tanto a los oyentes como a los usuarios de TikTok: “Es un tema de imagen. Las compañías caras quieren un tipo de público y esto lo separas por el precio”.
Aditivos, instalaciones, personal…
A continuación, ha desgranado otros motivos que sí conocen muchos conductores. Uno de ellos son los aditivos: “Las compañías caras, normalmente, cuidan el producto con aditivos. Las baratas venden el mismo producto, pero básico. Es correcto, es absolutamente correcto”.
Las instalaciones y el personal de las estaciones de servicio de las grandes petroleras también marcan las diferencias, según la representante de Petromiralles: “Si te fijas, las gasolineras caras, normalmente, tienen muchos puntos de venta, tienen servicios alternativos, personal en pista…”.
La ubicación de las gasolineras baratas
¿Qué otros factores incrementan el precio? La presencia: “Puedes ir a cualquier sitio con una tarjeta de las gasolineras caras y es posible que tengas una. Están cercas de autovías, de autopistas: sitios que también son más caros”.
Habitualmente, las gasolineras baratas se sitúan en aquellos puntos donde el suelo es más barato: “Están en polígonos”. Y añade que también “en ciudades para los coches”. Y aquí reside la última diferencia porque muchas de las estaciones de servicio ‘low cost’ “no están preparadas para camiones porque no tienen surtidores de gran caudal o accesos” para este tipo de vehículos.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.