¿Qué harías si tuvieras cerca de casa una enorme carretera en línea recta que, además, no tiene establecido ningún tipo de límite de velocidad legal? Apretarle. Vaya que si le apretarías a tu coche. Pero la cosa es bastante más entretenida si el vehículo en cuestión es un Bentley Continental GT que se puede poner hasta a 331 km/h. el lugar elegido para la prueba ha sido Stuart Highway, una carretera australiana que mide 2.834 km.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.