Un nuevo impuesto creado sólo para una parte del coche

Para acercarse lo antes posible a la neutralidad climática, las autoridades están preparando un borrador de procedimientos con medidas innovadoras que reduzcan la huella de carbono, entre ellas la de imponer un nuevo impuesto a los neumáticos.

Impuesto a la contaminación

La medida se prepara, de momento, en el Reino Unido. Lo que se está barajando estos días en los centros de decisión británicos es cuándo imponer la nueva tasa a los neumáticos, junto con otra batería de medidas para conseguir la ansiada neutralidad en carbono.

Este impuesto se entiende como un gravamen a la contaminación, ya que los neumáticos liberan una variedad de partículas nocivas, incluido el zinc y el plomo, a medida que se descomponen.

Los contaminantes plásticos que producen los neumáticos figuran entre los más habituales del planeta. Un estudio de 2017 de la Universidad Abierta de los Países Bajos estimaba que las gomas de los vehículos generan hasta un 10% de los microplásticos presentes en los mares del mundo.

Además, el gasto en combustibles fósiles es altísimo para la fabricación de neumáticos. Por ejemplo, para producir un solo neumático de automóvil, se necesitan en torno a 32 litros de petróleo. Para desarrollar una goma de camión, hacen falta 100 litros.

Es más, según otro estudio llevado a cabo por el Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido, los neumáticos contaminan mucho más que los tubos de escape. Traducido a datos, las gomas generan de media 36 miligramos de partículas por kilómetro, mientras que los tubos de escape solo 0,02 mg/km. El resultado a favor de los neumáticos es de 1.850 veces más.

Ecotasa

En España, ya existe un impuesto especial que grava los neumáticos: la ecotasa. Se trata de un coste adicional que los usuarios abonan al comprar un neumático nuevo, con el fin de reducir el impacto ambiental de otras cubiertas, usadas y desgastadas, que han llegado al fin de su vida útil.

Es decir, un impuesto al reciclaje, no al contaminante como quieren instaurar en el Reino Unido. Además, también se debe abonar el IVA en la compra de neumáticos, por lo que ya existen diferentes tributos que se deben costear en el territorio español.

Si se suman nuevas tasas, habrá conductores que alarguen la vida de los neumáticos, más allá de lo deseado, poniendo en jaque la seguridad de todos.

A esta conclusión han llegado algunas asociaciones de conductores británicas: “Hablar de un impuesto a las ruedas, aunque es increíblemente prematuro, podría resultar más dañino que beneficioso. Causaría más lesiones y muertes en nuestras carreteras al desanimar a los conductores a reemplazar los neumáticos desgastados”.