“Esto no es una encuesta, ni un informe, ni un estudio, esto es una fotografía de la realidad porque se habla de conductores que han muerto en accidentes de tráfico”, ha dicho el director general de Tráfico, Pere Navarro, y la imagen resulta incómoda. El 53,6% de los conductores fallecidos en siniestros de tráfico en 2023 dio positivo en alcohol, drogas de abuso y psicofármacos, aisladamente o en combinación.
Lo refleja así la Memoria 2023 de hallazgos toxicológicos en víctimas mortales de accidente de tráfico, un trabajo del Instituto Nacional de Toxicología presentado este jueves en el Ministerio de Presidencia y Justicia, que tampoco deja en buen lugar a los peatones atropellados. Cuatro de cada 10 cuerpos analizados dieron positivo por una u otra sustancia.
“Decimos que para avanzar en España [en seguridad vial] son necesarios tres elementos: mejorar la coordinación entre las administraciones, colaboración público-privada y mayor autorresponsabilidad por parte de todos”, ha añadido Navarro.
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Para elaborar esta memoria, presentada por la directora en funciones del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, Carolina Sánchez de la Torre, en 2023 se sometieron a análisis los cuerpos de 862 conductores fallecidos. Un total de 462 automovilistas (el 53,6%) dieron resultados positivos, casi todos ellos hombres (88%). La mayoría de ellos se debieron al alcohol (32,7%), por delante de las drogas (22,7%) y los psicofármacos (15,7%).
Respecto a la combinación de distintas sustancias, la más común fue la presencia simultánea de alcohol y cocaína (54,3%), alcohol y cannabis (19,1%) y alcohol, cocaína y cannabis juntos (13,8%). Y resulta muy relevante también el alto grado de consumo alcohólico entre los automovilistas fallecidos. La mayoría de las muestras (casi el 70%) superaba la tasa de 1,2 gramos de alcohol por litro de sangre, lo que supone (además de un delito contra la seguridad vial) “un grado de intoxicación muy severa”, en palabras de Sánchez de la Torre.
Edad de los conductores fallecidos
El documento, en el que han colaborado los institutos de medicina legal y ciencias forenses de siete comunidades autónomas, así como el Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, señala que la franja de edad mayoritaria de los conductores con resultados toxicológicos positivos sigue siendo la de 25 a 54 años, con un porcentaje del 58,5%. En 2022 fue del 63,6%.
La edad de los fallecidos influye en los siniestros mortales. En la franja de edad de 18 a 34 años, los accidentes se produjeron con mayor frecuencia sábados, domingos y festivos, mientras que entre 45 y 54 años la distribución fue igual en laborables y festivos. En el rango de 55 a 64 años, en cambio, se registraron mayoritariamente en días laborables.
Durante su intervención, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha hecho hincapié en que “en toda Europa está subiendo la siniestralidad, en los accidentes mortales y las víctimas” y ha pedido “prudencia” este verano. “Nos ha costado mucho a todos llegar hasta este verano de merecido descanso y vacaciones, no lo estropeemos por una copa de más o por llegar unos minutos antes”, ha pedido a los conductores, a quienes ha instado a no ser “egoístas” en la carretera y a recordar que “solo cero tiene cero consecuencias”.
Los resultados del informe provienen del análisis de 1.197 personas fallecidas (862 conductores, 200 peatones y 135 acompañantes). En 2023 se produjo un aumento del 16% de viandantes muertos por atropello y que dieron resultados toxicológicos positivos en alcohol, drogas de abuso y psicofármacos. Ocurrió así en el 41,5% de los casos.
Por sexos, también hay una prevalencia mayoritaria de hombres, con un porcentaje del 70,9% de los peatones fallecidos en estas circunstancias. Además, la mayor parte de las víctimas tenían 65 años o más (35,9%). Por sustancias, el 49,6% dio positivo en alcohol, el 46,2% en psicofármacos y el 37,6% en drogas de abuso, aisladamente o en combinación.
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