Fiat dedica muchos esfuerzos a mostrar lo urbano, jovial y ‘cool’ que es su 500, y, si bien es cierto que con el ‘pequeñín’ es un tarea fácil, es más complicado vendérnoslo en el caso de su hermano mayor, el 500L.
El ‘L’ es, siendo suaves, algo menos agradable a la vista que el 500 y su concepción de vehículo familiar no ayuda, pero el fabricante italiano sigue empeñado en asociarlo a un público juvenil. La última muestra es el prototipo que ha presentado en Huntington Beach con motivo del US Open of Surfing: el 500L Vans Concept.
Como deja claro su denominación, por el momento solo es un prototipo que ha desarrollado de manera conjunta con la conocida marca de ropa. A nivel estético lo más destacado es su parrilla específica, que cuenta con cuatro círculos iluminados con LED; pero también llaman la atención los tres colores de la carrocería: blanco brillante para la mayor parte, azul mate para capó, retrovisores y techo (con diseño de tablero de ajedrez), y un azul más oscuro para las protecciones inferiores y los pasos de rueda. En la baca del techo cuenta con una cesta portaobjetos, aunque también se puede retirar para transportar hasta dos tablas de surf.
El interior también luce una decoración y acabados específicos. La tapicería combina el cuero blanco en reposacabezas y los extremos de los asientos con la tela azul en el medio, con diseño de palmeras. En el salpicadero la novedad es la moldura de plástico, decorada con logos de Vans.
En cuanto al motor, ninguna novedad al frente: bloque 1.4 turbo de cuatro cilindros con 190 CV de potencia combinado con una caja de cambios manual de seis relaciones.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.