El veterano Lada Niva cambia de nombre después de 40 años

El todoterreno ruso de bajo coste, que apenas ha cambiado en 40 años, pasa a llamarse ‘4x4’ e incorpora ligeros retoques que mantienen la esencia.

Lada Niva

Al margen del nuevo nombre, los cambios del Niva son muy sutiles.

En la industria del automóvil hay un ritmo instaurado que se repite en casi todos los coches de gran volumen: se estrena una generación, unos años después se actualiza (en ocasiones dos veces) y se da el paso a la siguiente generación. Este proceso, sin embargo, no se aplica al Lada Niva, un incombustible todoterreno ruso de bajo coste que está a la venta desde 1977: se ha actualizado cada cierto tiempo, pero manteniendo el modelo original.

Con la nueva puesta al día llegan pequeños cambios en varias áreas, pero el Niva sigue siendo el mismo coche. Quizá el cambio más reseñable sea la nueva nomenclatura: dejará de ser Niva para pasar a denominarse Lada 4×4. Dicho nombre también denominará al acabado más bajo de la gama, mientras que el 4×4 Urban se situará por encima, y es el que estrena un nuevo paragolpes en el que van integrados los faros antiniebla.

En el habitáculo destacan los nuevos asientos, rediseñados para que sean más cómodos para los ocupantes y disponibles con calefacción. El interior mejora también por el sistema de climatización, con nuevos controles y más eficiente a la hora de enfriar o calentar. Además, la guantera tiene más capacidad de almacenaje y e incluso el túnel central incorpora un hueco portaobjetos y dos posavasos.

No hay cambios en su gama mecánica. Hay una única opción de gasolina 1.7 atmosférica, que desarrolla 83 CV y se combina con una transmisión manual de cinco velocidades y tracción integral a las cuatro ruedas. Con dicha potencia no es un prodigio de prestaciones: necesita 17 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y marca una velocidad punta de 142 km/h.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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