El Volkswagen Tiguan Allspace estrena conducción semiautomática

El Volkswagen Tiguan Allspace, la carrocería de hasta siete plazas del SUV alemán, se pone al día siguiendo los pasos de la actualización del modelo convencional el año pasado. Los cambios más sustanciales se concentran en el área tecnológica, pero la marca introduce también ligeras modificaciones estéticas. Y aunque el modelo estará disponible desde junio, las primeras entregas no tendrán lugar hasta final de año.

Su aspecto es perfectamente reconocible. Estrena un paragolpes rediseñado que, además de alargar 2,2 centímetros su longitud (hasta los 4,72 metros), incorpora una parrilla independiente y una nueva firma lumínica que incluye el barrido de los intermitentes de led y, además, por primera vez puede montar faros matriciales LED IQ.LIGHT.

El conjunto estético varía también en función del acabado disponible, siendo el Life el de acceso y el deportivo R-Line el más deportivo, con detalles específicos como las llantas de 19 o 20 pulgadas y los embellecedores en color Gris Carbon.

El interior sigue presentando configuraciones de cinco o siete plazas, con un maletero de 760 litros en el primer caso y de 700 en el segundo (las dos últimas plegadas). Los principales cambios en el habitáculo del Volkswagen Tiguan Allspace se concentran en las pantallas: estrena un nuevo Head-Up Display, el cuadro de instrumentos digital mide 10,25 pulgadas y la consola central es de 8 o 9,2. Son también novedad los controles del sistema de climatización, ahora táctiles.

El SUV alemán equipa el sistema multimedia MIB3 de nueva generación, compatible con Apple CarPlay y Android Auto de manera inalámbrica. Una eSIM integrada da acceso a los servicios conectados de We Connect y We Connect Plus (el último gratis durante tres meses), y en función del nivel de equipamiento, el sistema cuenta con control por voz natural y el acceso a servicios de streaming.

Otro aspecto tecnológico que destaca en el Volkswagen Tiguan Allspace es la presencia del IQ.DRIVE Travel Assist. Este sistema de conducción semiautomática, que se apoya en asistentes como el Control de Crucero Adaptativo y el Lane Assist, puede asumir la dirección, el frenado y la aceleración hasta los 210 km/h, siempre con la supervisión del conductor. Funciona desde parado con cambio automático y a partir de 30 km/h con cambio manual.

Volkswagen no ha concretado la gama mecánica, más allá de señalar que estará formada por dos motores de gasolina y dos diésel. Así, parece que no dispondrá de las opciones adicionales del modelo de carrocería corta, que también se comercializa con una deportiva versión R de 320 CV y con una híbrida enchufable eHybrid de 245 CV, que tiene 50 kilómetros de autonomía eléctrica.