Existe un buen número de usuarios que no acaban de dar el salto a la electrificación, debido a que no sienten que estén pilotando un coche de configuración clásica. La falta de sonido en los tubos de escape o los cambios automáticos no son del agrado de los adictos a la conducción. Los coches eléctricos, por ejemplo, se diferencian de los modelos de combustión en la falta de un pedal de embrague o de la típica palanca de cambios con recorrido en forma de H.
Aunque hay marcas que quieren dar una vuelta a este problema. Toyota (junto con Lexus) presentó hace un par de años una patente que, según informan, sigue estando en pleno desarrollo, para dotar a los vehículos 100% eléctricos de la firma con un cambio manual. La intención es que en 2026 ya se encuentre operativo. Este proyecto se ha denominado EV Manual.
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En cuanto al sonido de un motor de combustión, muchos fabricantes han incorporado sistemas de altavoces muy potentes repartidos tanto por el exterior como por el interior del vehículo para replicar la acústica de los motores de combustión. Marcas como Abarth, BMW, Dodge, Ferrari, Hyundai o Toyota ya han implementado esta solución . Entonces, más allá de por un tema puramente estético, ¿para qué necesita un automóvil eléctrico un tubo de escape funcional?

La solución de Stellantis
Según la publicación Green Car Reports, Stellantis ha presentado una innovadora patente para un sistema de escape en vehículos eléctricos, cuyo objetivo sería reducir el riesgo de incendios en las baterías. La propuesta, publicada por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, plantea un mecanismo para expulsar los gases inflamables generados en caso de sobrecalentamiento, evitando que el problema se agrave y minimizando los posibles daños.
Cuando una batería experimenta un sobrecalentamiento extremo, conocido como “fuga térmica”, puede liberar gases altamente inflamables como hidrógeno y diversos hidrocarburos. El fabricante propone un sistema de escape que canalizaría estos gases fuera del vehículo, evitando su acumulación y reduciendo el riesgo de ignición. Además, esta tecnología aprovecharía la infraestructura existente en sus nuevas plataformas STLA.

Minimizar los daños
El sistema incluiría varias zonas de tratamiento químico para depurar los gases expulsados, similar al funcionamiento de los convertidores catalíticos en los coches de combustión. Aunque los vehículos eléctricos modernos cuentan con sistemas avanzados de gestión de las baterías e incluso refrigeración líquida, Stellantis busca una solución adicional para contener los daños en caso de emergencia. Esta no es la única alternativa innovadora, ya que Bosch recomendó en 2019 el uso de cargas pirotécnicas para desconectar la batería en situaciones críticas.
Si bien el riesgo de incendio ha motivado diversas llamadas a revisión de coches eléctricos, el Instituto de las Aseguradoras para la Seguridad en las Carreteras de Estados Unidos (IIHS) indicó en 2023 que este peligro es menor en comparación con otros factores, como el mayor peso de estos vehículos y su impacto en colisiones. Así, esta patente de Stellantis refleja una creciente preocupación por la seguridad de los vehículos eléctricos y la búsqueda de soluciones para reducir riesgos en caso de fallos en las baterías.

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