BYD es una de las marcas de coches chinos más grandes del mundo. En Europa ha aterrizado hace poco, pero en su mercado doméstico cuenta con toda una familia de firmas con enfoques muy diferentes. Una de ellas es Fang Cheng Bao, que acaba de presentar un llamativo todocamino, el Fang Cheng Bao Tai 3, que destaca porque puede llevar un dron integrado en el techo.
Es el primer modelo de la segunda rama de la marca, que engloba a los vehículos de acceso de la compañía. Se trata de un todocamino eléctrico mediano de coste asequible, que tiene un precio de partida de 139.800 yuanes, es decir, algo menos de 18.000 euros al cambio actual.
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Mide 4,60 metros de largo, 1,9 metros de ancho y 1,72 metros de alto; con una distancia entre ejes de 2,74 metros. No es excesivamente grande, pero tiene mucha presencia gracias a su diseño, muy musculoso y contundente.
A nivel mecánico, estará disponible en versión de tracción trasera, con una batería de 72,96 kWh de capacidad; y con una de tracción integral, con una pila de 78,72 kWh. En cualquiera de los dos casos la autonomía declarada es la misma, 501 kilómetros.
La compañía no ha concretado las especificaciones de la variante de acceso, pero la superior combina un motor delantero de 150 CV (110 kW) con uno trasero de 271 CV (200 kW), lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos.
Uno de los detalles más llamativos es que, en su versión Drone, emplea las barras del techo para instalar una suerte de helipuerto para drones, que se pueden controlar desde el propio sistema multimedia del vehículo.
Los drones de BYD
El Fang Cheng Bao Tai 3 es solo el último ejemplo de vehículo que utiliza esta tecnología y es que, ya en el mes de marzo BYD anunció la llegada de este sistema para sus submarcas premium y de lujo.
Concretó en lanzamiento de dos variantes, la Lingyuan Fast Charging Edition para los modelos de Denza con un dron DJI AIR 3S y la LingYuan Battery Swap Edition para los de Yangwang con un dron DJI Mavic 3.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.