El Gobierno acaba de aprobar el Plan MOVELE 2015, que, entre otras cosas, regula la concesión de subvenciones para la adquisición de automóviles eléctricos. Y llega con novedades importantes, como la que obliga a los concesionarios a instalar al comprador un poste de carga. Sin embargo, hay también otros cambios que no favorecen a los compradores: las ayudas ya no son compatibles con otras como las del Plan PIVE, por ejemplo.
Las aportaciones económicas que recibe el cliente dependen de la autonomía que ofrezca el modelo: 2.700 euros si puede recorrer con electricidad de 15 a 40 kilómetros (una distancia que cumplen la mayoría de los coches híbridos enchufables); 3.700 si el radio de acción con las baterías oscila entre 40 y 90 (los enchufables más capaces); y 5.500, el máximo establecido, si supera los 90 de duración (eléctricos puros). Las familias numerosas, por su parte, reciben una ayuda adicional de 500 euros.
El mercado en España
Nissan Leaf, BMW i3 y Renault Zoe. Son los tres eléctricos más vendidos en España de enero a marzo de 2015, con 121, 28 y 19 unidades, respectivamente. El Leaf cuesta 24.000 euros alquilando las baterías, o 29.900 si se compran. A estas tarifas hay que descontarles (directamente del precio final con impuestos) los 5.500 euros que otorga el nuevo MOVELE a vehículos con más de 90 kilómetros de autonomía eléctrica, como los tres señalados. Así, el Leaf bajaría a 18.500 (pilas en alquiler), o incluso más, al beneficiarse de las posibles promociones que otorgue Nissan, por ejemplo, si se financia la compra con la marca. Los i3 y Zoe se quedarían, ya con ayudas incluidas, en 30.000 y 16.000 euros (las baterías del Renault solo se alquilan).
Los modelos híbridos enchufables también se benefician de las subvenciones, aunque por su menor rango eléctrico reciben 2.700 o 3.700 euros. Los tres más populares de enero a marzo de 2015 han sido los Mitsubishi Outlander PHEV (36 entregas), Porsche Cayenne S E-Hybrid (nueve) y Mercedes C350e (cinco). Pero solo el primero tiene subvención (baja de 42.995 a 39.305, y hasta 33.000 con el descuento de la marca). Los Porsche y Mercedes superan los 40.000 euros (antes de impuestos) que fija el MOVELE como límite para optar a ayudas.
El plan, que estará vigente hasta el próximo 31 de diciembre, llega con cierta polémica. Para empezar, tiene una dotación presupuestaria de siete millones de euros, tres menos que el anterior; las ayudas ya no pueden acumularse a otras estatales como las del PIVE (sí con las que conceden las autonomías) y, además, tampoco tienen ya carácter retroactivo: si un comprador ha adquirido un vehículo eléctrico en febrero, pensando que podría beneficiarse de las nuevas subvenciones (como ha sucedido con los dos planes previos), ya no es así. Las subvenciones se articulan a través del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), que indica, por correo electrónico, que «las ayudas deben tener carácter incentivador, y no aplicarse a operaciones ya realizadas». Además, sostiene que «la no compatibilidad con el PIVE solo trata de racionalizar el uso de fondos públicos».
Entre las novedades positivas para el comprador, destaca que ahora el concesionario debe ocuparse de instalar un punto de carga antes de la matriculación del modelo. El solicitante, eso sí, debe tener plaza de aparcamiento en un garaje privado, público o comunitario. De la instalación se ocupará una empresa especializada, y el vendedor sufragará hasta 1.000 euros si el vehículo es un turismo y 150 si es un cuadricilo (como el Renault Twizy).
Si el comprador renuncia al poste, porque no dispone de plaza de aparcamiento, por ejemplo, algunas marcas como Renault le descontarían esos 1.000 euros. A pesar de las apariencias, Juan Antonio Sanchéz, presidente de Ganvam, la asociación que agrupa a los concesionarios, declara que «estamos a favor del vehículo eléctrico, por su mayor limpieza, y del Plan MOVELE».
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