El Mini Cooper SE supuso el primer paso de un camino lógico para Mini: estrenar una gama de coches eléctricos que cuadra con la idiosincrasia de la compañía y que, además, prepara el terreno para las restricciones que llegan a Europa a partir de 2035. Lo normal era que a ese primer modelo le siguieran otros de diferente corte, y una versión descapotable estaba en todas las quinielas. Ya se ha desvelado de manera oficial.
Todavía se define como prototipo y por el momento es un ejemplar único, pero todas sus características son las que tendrá el modelo de producción. A priori, no debería cambiar ni un ápice.
Más información
Su diseño es fácilmente reconocible, puesto que es calcado al del cupé: la carrocería blanca incluye detalles destacados en amarillo, no cuenta con parrilla al uso y las ruedas están semicarenadas. La diferencia está, lógicamente, en que no tiene uno techo rígido al uso, sino uno de lona retráctil que luce el diseño de la bandera Union Jack.
Techo automático
La capota es automática y puede abrirse o cerrarse a velocidades de hasta 30 km/h, en un proceso que tarda 18 segundos. Tiene tres posiciones, una abierta, otra cerrada y una intermedia que abre el techo solo por encima de las dos plazas delanteras. Pese a la presencia del dispositivo de apertura, Mini ha conseguido que la capacidad del maletero se mantenga intacta en 160 litros.
También su sistema de propulsión es idéntico al del Mini eléctrico ya conocido, con un motor 184 CV y 270 Nm de par máximo, así como con una batería de 32,6 kWh. Sin embargo, por las modificaciones necesarias para transformarlo en descapotable, tiene peores prestaciones y autonomía: acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos (cuatro décimas más lento) y tiene un alcance de 230 kilómetros (cuatro menos).
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram