El alucinante salón chino en el que todos los coches son plagios

Algunos fabricantes chinos han basado gran parte de su éxito en ofrecer copias baratas de los automóviles superventas occidentales.

Copia China
La copia del Porsche Macan imita hasta el logotipo de la firma alemana.

Que las imitaciones chinas están a la orden del día en diferentes ámbitos como la electrónica, la moda o la telefonía móvil ya no sorprende a nadie. Y, desde hace años, su mercado interno de automoción ha vendido infinidad de unidades de modelos que eran una mala copia de las grandes marcas. 

Unos vehículos en el que los materiales de construcción y los componentes de seguridad no invitan a tener un accidente con ellos. Estas malas copias jamás llegan al mercado europeo, ya que no cumplen la normativa de seguridad de la Unión Europea.

En todo caso, la pasión de ciertas empresas chinas por las copias de los grandes fabricantes de la automoción, llega a tal extremo que no es raro encontrarse a un pequeño ejército de sus trabajadores en los salones de automóviles occidentales, metro y libreta en mano, midiendo todas las cotas posibles de los nuevos modelos recién presentados. Meses después, en China, ya se puede adquirir la copia de esa versión.

Copias con motor eléctrico

Lo que hasta ahora no se había conocido, era un salón del automóvil en el que el 100% de sus modelos fueran imitaciones (más o menos logradas) de vehículos de los mejores fabricantes, como Porsche, Maserati, Range Rover, Honda, Mercedes o Lexus, pero todos con propulsión eléctrica. Aunque tiene su porqué.

En esta feria de la imitación se presentan los ejemplares que sirven como puerta de entrada a la movilidad para muchos conductores de la República Popular. Lo que en España se consideran cuadriciclos ligeros, que se pueden conducir sin carnet y cuya velocidad máxima está limitada a 45 km/h, en China tuvieron su auge con motores térmicos y destinados a personas mayores, discapacitados y reparto de última milla.

Ahora, y ante la gran demanda de vehículos eléctricos del país asiático, se conocen como coches eléctricos de baja velocidad (LSEV, por sus siglas en inglés). Y, por alrededor de 5.000 euros, cualquier persona puede circular con su imitación favorita por las calles.

Imitaciones para todos los gustos

Estos microcoches son copias a escala de los modelos más demandados en el país más poblado del mundo. Una de las imitaciones más impactante es la del Porsche Macan. En este caso, el fabricante ha copiado hasta el logotipo de la marca de Stuttgart, aunque la palabra Porsche la han cambiado por Power. En el portón trasero, han grabado las siglas ‘911 Mini’.

La copia del Maserati Levante firmada por Rich.

Otro de los modelos que más visitas tuvo en su expositor fue la imitación del Maserati Levante, aunque en este caso la marca se denomina Rich. El famoso tridente de la firma italiana sí que ocupa un lugar de privilegio en la parrilla

Así mismo, el Defender de Land Rover también dispone de su imitación eléctrica, en este caso firmado por la compañía Timei Car. Se denomina VSERVRE. En este caso, también han copiado descaradamente el logotipo de la marca inglesa.

La imitación del Land Rover Defender.

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