Cuando se presentó la actual generación del Peugeot 308, hace más de un año, ya se adelantó que su gama mecánica se completaría con una versión 100% eléctrica. El Peugeot e-308 ya es una realidad y estará disponible tanto con la carrocería compacta de cinco puertas como con la familiar SW, aunque no llegará al mercado hasta 2023.
A primera vista costará distinguirlos de las variantes de combustión, puesto que Peugeot ha optado por mantener intacto el diseño, con diferencias mínimas. Entre ellas, la trampilla de recarga (que cambia del lado izquierdo al derecho de la carrocería) y unas llantas de 18 pulgadas específicas para estas variantes, con un diseño que mejora la aerodinámica.
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Lo mismo se puede decir del habitáculo, que como única novedad recibe gráficas específicas para el cuadro de instrumentos 3D y el sistema multimedia. Mantiene el característico iCockpit y la pantalla central de 10 pulgadas.
Peugeot e-308: batería de 54 kWh
Lo realmente importante es su apartado mecánico. Ambas carrocerías montan un motor eléctrico de 115 kW (156 CV) y 260 Nm de par máximo, asociado al eje delantero. La marca no ha desvelado sus prestaciones.
El sistema está alimentado por una batería de 54 kWh de capacidad que le otorga una autonomía teórica de 400 kilómetros, todavía son homologar. La firma adelanta un consumo medio de energía de 12,7 kWh a los 100 kilómetros. Cuenta con un cargador de a bordo trifásico de 11 kW, aunque es compatible con cargas rápidas de hasta 100 kW. Con estas es capaz de recuperar del 20 al 80% de su energía en 25 minutos.
Peugeot ha concretado que la gama estará formada por dos niveles de equipamiento, Allure y GT. De serie, contara con sistemas de ayuda a la conducción como el control de crucero adaptativo con función Stop and Go, el control de ángulo muerto con 75 metros de alcance y la alerta de tráfico trasero.
Durante los próximos meses, la marca francesa dará a conocer datos sobre las prestaciones y los precios.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.