El Polestar Precept muestra el camino que tomará en los próximos años la marca sueca, independizada de Volvo en 2017. Después de poner en el mercado dos modelos de producción (los Polestar 1 y 2), el fabricante acaba de presentar un prototipo con gran carga tecnológica.
Se trata de una berlina eléctrica de la que la firma no ha revelado datos mecánicos. De hecho, busca centrar la atención en su imagen y tecnología: Polestar abre la puerta así a un futuro de coches autónomos que mantengan un estilo y diseño atractivos.
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Polestar solo ha revelado que su distancia entre ejes es de 3,1 metros, por lo que se trata de un modelo de gran tamaño. En su estética de rasgos limpios destacan sus enormes llantas, la definición de sus líneas de tensión y los grupos ópticos delanteros, de corte minimalista y divididos en dos secciones.
En el frontal se sitúa uno de los elementos fundamentales del Polestar Precept. La Polestar SmartZone concentra varios tipos de sensores y radares, a los que se suma el LiDAR, situado de manera independiente en el techo y responsable en gran parte de que el vehículo pueda circular de manera autónoma.
En el habitáculo, con cuatro plazas y elementos fabricados con materiales reciclados, ofrece una cantidad considerable de espacio para sus pasajeros. Respecto a la tecnología, sobresalen funciones como la monitorización de los ojos del conductor para detectar el cansancio, una gran pantalla central de 15 pulgadas y un cuadro digital de 12,5.
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