La junta de accionistas de Tesla ha aprobado una propuesta sin precedentes: otorgar a Elon Musk, consejero delegado de la compañía, una compensación de un trillón de dólares (casi un billón de euros) en acciones. Esta cifra récord no solo lo convierte en el primer billonario de la historia, sino que también le otorga el control efectivo del fabricante de automóviles eléctricos.
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Más del 75% del accionariado respaldó la propuesta, a pesar de la oposición de algunos grandes inversores institucionales. Musk, que ya poseía el 15% de las acciones, podrá alcanzar más del 25% si cumple los 12 ambiciosos objetivos fijados en el plan.
Una nueva era para Tesla
El magnate sudafricano no ha ocultado sus intenciones: quiere construir un “enorme ejército robótico” liderado por el humanoide Optimus. “No me siento cómodo desarrollando ese ejército si no tengo una fuerte influencia en la compañía”, declaró Musk.
Tras conocerse la aprobación del plan, Musk apareció en el escenario de la sede de Tesla en Austin (EE.UU.) entre vítores y acompañado por un robot Optimus que bailaba al ritmo de la música. “No estamos empezando un nuevo capítulo, sino un nuevo libro”, proclamó ante los accionistas.
Objetivos colosales
Para recibir la totalidad del paquete, Musk deberá cumplir metas que incluyen: vender 20 millones de vehículos, poner en circulación un millón de robotaxis, comercializar un millón de robots Optimus y alcanzar 400.000 millones de dólares en beneficios.
Además, el valor bursátil de Tesla deberá escalar desde los actuales 1,5 billones hasta los 8,5 billones de dólares. Cada hito alcanzado le otorgará un 1% adicional en acciones, hasta completar el 12% total.
¿Una apuesta arriesgada?
La decisión ha generado debate. Algunos inversores consideran la compensación excesiva, mientras que otros creen que es la única forma de retener a Musk y garantizar el crecimiento de Tesla. La presidenta del consejo, Robyn Denholm, advirtió que Musk podría abandonar la empresa si no se aprobaba el plan.
Lo que está claro es que Tesla no solo apuesta por los coches eléctricos, sino por una revolución tecnológica que incluye inteligencia artificial, robótica y autonomía total. Y Elon Musk, con más poder que nunca, está decidido a liderarla.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.