Incendio de un Audi eléctrico en un elevador: la operación de película de los bomberos

Los incendios de los coches eléctricos son complicados, pero el protagonizado por un Audi e-tron GT lo ha sido más si cabe. ¿La razón? Estaba en la zona de taller: concretamente en un elevador, lo que supuso un mayor obstáculo para los bomberos.

Los hechos tuvieron lugar en Indiana (Estados Unidos) durante el fin de semana y fue el Departamento de Bomberos de Carmel quien llevó a cabo una extinción de película. Tal y como han explicado en sus redes sociales, los primeros en actuar fueron los aspersores del concesionario cuando sonó la alarma de este.

Este primer movimiento ayudó a evitar que el incendio se propagara, pero los equipos de extinción se encontraron con “condiciones de humo intenso” en toda el área que ocupaba el taller.

En un elevador

A pesar de la escasa visibilidad, los bomberos lograron extinguir la mayor parte del incendio. Sin embargo, como señalaron, cuando detrás del suceso hay una batería de iones de litio, es “casi imposible” acabar con las llamas completamente “debido a la fuga térmica”. Por ahora se desconoce la causa del incidente.

El carácter eléctrico del Audi e-tron GT complicó las tareas de extinción y su ubicación dentro del taller tampoco ayudó: estaba en un elevador. Lograron bajarlo para colocarlo sobre varias plataformas con ruedas y sacarlo del concesionario con una combinación de mano de obra y una carretilla elevadora.

Una operación que es más fácil de explicar que de hacer, ya que implicó la participación de muchos bomberos y agua constante para mantener el fuego bajo control.

Siniestro total

Una vez fuera, el Audi e-tron GT fue cargado en un camión de plataforma y escoltado hasta un desguace. Como es lógico, a tenor de las imágenes, el coche eléctrico fue declarado como siniestro total debido a los importantes daños que sufrió.

El concesionario, por su parte, salió prácticamente ileso gracias a la acción de los rociadores del sistema contra incendios: sin ellos las consecuencias podrían haber sido mucho peores, puesto que los únicos daños fueron la humedad y el humo acumulados en la zona del taller.