La bicicleta eléctrica a prueba de robos

El mercado de los vehículos de movilidad personal (VMP) no se queda atrás en cuanto a avances tecnológicos en comparación con las motocicletas y automóviles de última generación. Así, en el campo de las bicicletas aparecen desde la típica geolocalización a través del teléfono móvil, hasta aplicaciones para controlar los parámetros de las baterías, cascos inteligentes interconectados que muestran las luces de intermitencia y frenado. Los más avanzados incluso, incorporan un sensor de impacto para que el móvil llame a emergencias en caso de accidente del ciclista. Como el botón eCall de los coches.  

Ante todo este alarde de tecnología no es de extrañar que tarde o temprano alguna marca diseñara una bicicleta que fuera (casi) imposible de robar. La sustracción de este tipo de vehículos es muy alta, solo en España en la última década se han sustraído unas 223.000 bicicletas según datos oficiales. Únicamente se han recuperado algo más del 7 %. Contra este panorama vienen a luchar modelos como la Markhor M1.  

¿Una bicicleta más?

La Markhor M1 a simple vista no destaca por nada en especial. Es una bicicleta plegable, para guardarla y transportarla más fácilmente. Monta frenos de disco mecánicos, neumáticos de 20 pulgadas y sin amortiguación en ninguno de sus ejes. Soporta hasta 120 kilogramos de carga útil y su cuadro, que se dobla en tres segundos, pesa 21 kilogramos y está fabricado en aleación de magnesio.  

La parte motriz está compuesta por un motor sin escobillas que trabaja a 36 voltios con un rendimiento máximo de 350 W. El conjunto lo alimenta una batería de litio escondida en el cuadro de 36 V con una autonomía máxima asistida de 48 kilómetros. En modo completamente eléctrico su alcance baja hasta los 29 kilómetros. Cuenta con cuatro modos de régimen para elegir y alcanza una velocidad máxima de 25 km/h. Además, monta una potente luz LED delantera y un catadióptrico trasero para asegurar la visibilidad.  

Al superar la potencia máxima admitida por la legislación (250 W) e incorporar un acelerador en el puño, esta bicicleta no podrá usarse por el momento en España para circular por vías públicas. La empresa estadounidense Markhor, con sede en Nueva York, no ha reseñado a estas alturas si la adaptarán a las homologaciones de otros países.  

Medidas de seguridad

Lo que de verdad destaca en este modelo y que la hace tan especial, es su dispositivo antirrobo combinado con otras funciones inteligentes de seguridad. Es lo que le ha llevado a convertirse en un modelo “inviolable” según la marca, ante los ladrones.  

Para poder sustraerla, los delincuentes tendrían que, en primer lugar, deshacerse del candado de gama alta. Posteriormente, deben lidiar con su alarma antirrobo sensible al movimiento. La siguiente capa de protección es su aplicación específica para teléfonos móviles que ofrece notificaciones instantáneas y seguimiento por GPS de su ubicación en tiempo real. Si, aun así, consiguieran robar la bicicleta, la propia marca compensaría a los propietarios con el importe de la misma si no hubiera sido recuperada en el plazo de 30 días.  

La Markhor M1 se encuentra disponible en la web de la marca o a través de la plataforma de micromecenazgo Indiegogo, dónde su precio es de 1.399 dólares (1.236 euros) para los inversores. En la web de Markhor se incrementa en 100 dólares más. La fecha de entrega estimada es en el próximo mes de mayo.