Los coches eléctricos, desde su llega al mercado, han ido mejorando de manera notable. Sin embargo, hay aspectos que todavía tienen cierto margen de mejora. Uno de ellos es el de la autonomía, algo de lo que los conductores siempre quieren más. Aumentarla es algo que se consigue de diversas maneras, pero pocas son tan peculiares como la que propone Porsche: que los coches vibren.
Aunque a simple vista pueda no verse la correlación entre ambos aspectos, esto ayuda mejorar el coeficiente aerodinámico o coeficiente de arrastre (Cd) de los vehículos.
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El profesor Andreas Wagner, titular de la cátedra de Ingeniería Automotriz de la Universidad de Stuttgart, lo explica: “Estamos examinando si es posible reducir el valor de Cd en ciertos puntos de la carrocería del automóvil mediante la introducción sistemática de vibraciones. Si introduce un pulso definido en el flujo alrededor del automóvil usando altavoces, su comportamiento de separación puede verse afectado”.
El sistema está integrado por una serie de altavoces que están repartidos por puntos clave del automóvil. Al activarse, mediante sus vibraciones pueden influir en cómo interactúa el vehículo con el flujo aerodinámico, lo que derivaría en una mayor eficiencia y un aumento de la autonomía.

Además, esto se conseguiría sin que el sonido ni las vibraciones se filtren en el habitáculo, por lo que su implantación no afectaría a la comodidad de los ocupantes.
Aerodinámica activa
Además de soluciones más especiales, la compañía también trabaja en otros medios más convencionales para optimizar la eficiencia energética de los vehículos, como la aerodinámica activa.
Dado que los eléctricos generan mucho menos calor que los motores térmicos, no es necesario un flujo de aire tan grande para refrigerar, así que puede pasar alrededor del vehículo,. Esto se puede aprovechar instalando sistemas como alerones retráctiles o suspensiones activas.
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