El 70% de los turismos que se matricula en España está movido por gasóleo. En total, se calcula que circulan unos 13 millones de coches diésel con una antigüedad media de 8,8 años.
En la última década, estos coches han bajado su consumo hasta un 13,8% menos de media. Las emisiones de CO2 se han reducido en la misma proporción y las de óxido nitroso (NOx), un 59%. En cuanto a las partículas, prácticamente han desaparecido de los gases de escape gracias a la implantación masiva de filtros, que retienen hasta el 99% de ellas.
Para 2015, los motores diésel rebajarán estas cifras en otro 30% gracias a la reducción del tamaño de los motores, en cilindrada y número de cilindros, a los nuevos sistemas de inyección de alta presión y a filtros más eficientes. Dentro de tres años, un turismo diésel de tamaño medio tendrá un consumo homologado por debajo de los tres litros. Hoy en día, comparado con un coche de gasolina equivalente, un diésel consume un 30% menos y las emisiones de CO2 son un 25% inferiores.
Estas son las conclusiones del Barómetro sobre Seguridad Vial y Medio Ambiente que publican ANFAC y Bosch conjuntamente.
El incremento en la compra de coches diésel comenzó con la crisis del petróleo de 1973. Hasta entonces este combustible estaba reservado casi exclusivamente a vehículos industriales y camiones. Los turismos que recibían estos motores eran ruidosos y humeantes, llenos de vibraciones y lentos. Ahora nada queda de eso y cualquier motor moderno de gasóleo en poco se diferencia de otro de gasolina excepto en el combustible que utiliza.
Pero en el interior, bajo el capó, sí que hay diferencias. La combinación de turbocompresores con inyectores de muy alta presión, permiten exprimir el rendimiento hasta un límite que parece que no ha llegado aún. Los fabricantes prevén una reducción de consumo y de emisiones progresiva gracias a la gestión electrónica y a una investigación constante .
La normativa anticontaminación Euro VI, que entrará en vigor a finales de 2014, supone otra vuelta de tuerca para estos motores, ya que no se podrá vender ningún coche nuevo que no la cumpla.
Para ilustrar la importancia de estos avances, un dato: Estados Unidos podría ahorrar 1,4 millones de barriles de petróleo diarios, el equivalente a sus importaciones de Arabia Saudí, si un tercio de sus coches fuera diésel.
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