Las 10 ventajas de los vehículos eléctricos

No hay marcha atrás, en 2035 los coches que expelan emisiones por sus tubos de escape tendrán prohibida la venta en el territorio de la Unión Europea (UE). Con esta legislación se quiere alcanzar el objetivo de que, en ese año, todos los turismos nuevos y los vehículos comerciales ligeros sean neutros en emisiones de CO₂.

Más allá de la llegada de nuevas tecnologías para los futuros sistemas de propulsión, el vehículo eléctrico es el paso lógico para cumplir con los requerimientos de las autoridades europeas. Aunque puede parecer que estos vehículos son una cosa actual, cabe recordar que en los inicios de la automoción, los modelos eléctricos se consagraron antes que los de gasolina.

Así, el que es considerado como primer coche eléctrico data de 1888. Aparece en Alemania y se le denomina Flocken Elektrowagen. Años antes, incluso, se habían desarrollado algunos prototipos movidos por esta energía. Por ejemplo, en España, tras la Guerra Civil, se popularizaron las flotas de taxis movidos por electricidad, tal y como recogen estas imágenes de la Filmoteca Nacional grabadas en Barcelona.

Presente y futuro eléctrico

No cabe la menor duda de que el futuro inmediato de la automoción pasa por la electricidad. Una cosa es cierta: más allá de campañas a favor o en contra de este tipo de combustión, los vehículos eléctricos han llegado al mercado para quedarse. La legislación europea y las enormes inversiones que están realizando los fabricantes para adecuarse a ella hacen que no se trate de una moda pasajera.

Ventajas eléctricas

Ante este panorama, en el que la electricidad va a convertirse en el combustible más importante, cabe resaltar que existen razones poderosas para hacer la transición hacia los vehículos sin emisiones. Los coches eléctricos tienen grandes ventajas.

Emisiones

Quizá sea la más relevante y la que, a su vez, ha generado toda la legislación europea que desemboca en el 1 de enero de 2035. Los vehículos eléctricos —comparados con los de combustión— no emiten gases contaminantes durante su funcionamiento, con el consiguiente beneficio para el medioambiente y la salud.

Ruido

Otro de los pilares fundamentales, respecto a los de combustión, es la ausencia de ruido en los vehículos 100% eléctricos. La contaminación acústica puede generar algunos problemas de salud en las zonas residenciales con mucho tráfico, así como un aumento del estrés. En el caso de las áreas rurales puede perjudicar a la fauna.

Restricciones 

La nueva legislación obliga a las poblaciones con más de 50.000 habitantes a disponer de una zona de bajas emisiones (ZBE), es decir, áreas en las que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento en función de las emisiones contaminantes. Los vehículos eléctricos tienen libre acceso y circulación por estas zonas sin preocuparse de las sanciones.

Estacionamiento

En muchas urbes españolas, el estacionamiento está regulado, por lo que se debe de pagar para aparcar. Gracias a la etiqueta Cero de la DGT, que es la que corresponde a los vehículos eléctricos, sus propietarios tendrán la posibilidad de estacionar gratis o por una pequeña fracción de la tarifa, dependiendo de cada municipio.

Ahorro

Aunque el precio de los modelos sin emisiones es más caro que el de sus homólogos de combustión (en función del modelo, entre 5.000 y 20.000 euros más costosos) hay un apartado en el que son más económicos: el combustible. Dependiendo de dónde se realice la recarga, llenar un vehículo eléctrico puede ser un 80% más barato comparándolo con un modelo tradicional.

Ventajas fiscales

Otro de los aspectos en el que la compra de un vehículo 100% eléctrico es preferible sobre uno de combustión, es la fiscalidad. Así, por ejemplo, el Consejo de Ministros aprobó en junio pasado una deducción del 15% en el IRPF sobre un máximo de 20.000 euros para aquellas personas físicas que adquieran un vehículo eléctrico.

Además, también se pueden acoger a las ayudas para la compra a través del Plan Moves III. En este caso, es obligatorio que el precio del vehículo no supere los 45.000 euros (sin IVA) y el usuario podrá descontarse hasta 7.000 euros.

Seguros

Por otro lado, en el epígrafe de los seguros de automóviles, los eléctricos también salen ganando. Hasta hace no muchos meses, los seguros de los vehículos electrificados eran más caros que los de los vehículos de combustión. Sin embargo, las primas de los vehículos eléctricos se han ido reduciendo drásticamente. Actualmente, se sitúa en torno al 4% más baratos que los de los modelos de combustión. 

Bidireccionalidad

La carga bidireccional ha sido la tecnología más disruptiva de los últimos tiempos, convirtiendo a los propios coches en una fuente de energía alternativa para los hogares. O lo que es lo mismo, se trata de utilizar las baterías del coche para, por ejemplo, proveer de electricidad a la vivienda en los momentos del día en que la energía es más cara.

Según Nissan, estos sistemas pueden ahorrar 2.500 euros al año a una familia en su factura de la luz. El problema es que no todos los coches si emisiones cuentan de momento con este sistema.

Mantenimiento

Uno de los beneficios de los vehículos eléctricos, respecto a los de combustión, es que tienen muy pocos costes asociados al mantenimiento, ya que, por ejemplo, no necesitan cambios periódicos de aceite, filtros o lubricantes. Solamente se deben realizar revisiones periódicas, comprobar el estado de los neumáticos y los filtros de polvo y polen.

Averías

El último punto es la (casi) ausencia de averías mecánicas. Los coches eléctricos, al no tener motor convencional, cambio de marchas con embrague o correa de distribución, tienen una tasa de averías cercana al 0%, ya que cuentan con pocos elementos en movimiento expuestos al desgaste. Esto supone un enorme ahorro a lo largo de la vida útil del vehículo.