Las ventas de los coches eléctricos, aunque en las matriculaciones de enero todavía no se apreciara, van a resentirse por la suspensión (en principio temporal) del Plan Moves. Ante la falta de ayudas, son las propias marcas las que están buscando alternativas para ser ellas las que faciliten el salto a la electromovilidad a sus clientes. La última ha sido el Grupo BMW.
Tanto BMW como Mini se encargan de realizar todas las gestiones necesarias para que el comprador interesado en un modelo de cero emisiones pueda obtener un beneficio económico a través del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) del MITECO.
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Para ello, cualquier conductor que reemplace su coche actual por un coche eléctrico de cualquiera de las dos compañías, sin importar si se trata de uno nuevo o usado, se podrá beneficiar de un ahorro de 900 euros en el momento de la compra.
Los CAE son un “documento electrónico que reconoce la consecución de un ahorro en el consumo de energía final”, es decir, fondos de la Unión Europea que se otorgan a actividades que consigan un ahorro energético.
Es por ello que se pueden aplicar en multitud de áreas, incluida la del mundo del automóvil. En ella, el ahorro energético se consigue por la mayor eficiencia que tienen los coches eléctricos en comparación con las alternativas de combustión (gasolina, diésel, híbrido o gas).
Mini ya ofrece su propio Plan Moves
Aunque para BMW es la primera iniciativa de este tipo que toma desde que cesaran las ayudas estatales, Mini ya presentó hace unos días el ‘Mini Electric Plan’, con el que, por la compra de uno de sus coches eléctricos, ofrece 4.500 euros de ayuda y la instalación gratuita de un Wallbox.

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