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Más rápido que repostar: este eléctrico recupera su autonomía en 99 segundos

Madrid |

El GAC Aion UT Super es un utilitario barato que necesita apenas un minuto y medio para reemplazar su batería gastada por una cargada.

GAC Aion UT Super

El GAC Aion UT Super tiene una batería de 54 kWh de capacidad.

Aunque ha avanzado mucho, la recarga de los coches eléctricos sigue sin ser tan rápida como el repostaje de un depósito de gasolina. A pesar de ello, la industria de los modelos de cero emisiones dispone de un as en la manga para adelantar a los modelos de combustión: el intercambio de baterías. Ya hay un coche que es capaz de reemplazarla en tan solo 99 segundos, poco más de un minuto y medio.

La premisa de este formato es sencilla: en lugar de recargar la batería que está gastada, ésta se saca del coche y se sustituye por otra que ya está cargada. Es un proceso rápido, pero por el que las marcas, en términos generales, no han apostado hasta ahora. Sin embargo, en China empiezan a verse defensores de este sistema.

NIO lleva mucho tiempo apostando por él y cuenta con una extensísima red de estaciones de intercambio de baterías. Pero, aunque ha mejorado los tiempos de proceso de forma paulatina, le ha adelantado por la derecha GAC.

La marca ha lanzado al mercado el GAC Aion UT Super, un compacto de 4,27 metros que anuncia que puede cambiar su batería en tan solo 99 segundos, aunque en pruebas reales se ha podido ver que es incluso más rápido, en unos 88 segundos:

Un tiempo récord

Es un tiempo en el que ni el coche con el depósito más pequeño del mundo puede conseguir rellenar el combustible suficiente como para alcanzar la autonomía que promete. La pila tiene una capacidad de 54 kWh, lo que le sirve para homologar una autonomía de hasta 500 kilómetros.

El dato es según el ciclo chino (CLTC), que no es tan exigente como el europeo, así que en conducción real el alcance es menor. Sin embargo, a pesar de ello es probable que pueda recorrer por carga unos 400 kilómetros.

El proceso es sencillo y está completamente automatizado. Se mete el coche en la estación de intercambio, unos rodillos en el suelo se encargan de centrarlo para que empiece el procedimiento, la plataforma asciende, se acopla a los bajos del vehículo y los desatornilla, llevándose la batería descargada, para después acoplar una que está repleta de electricidad.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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