Mazda es una de esas marcas que consigue captar la atención del público con sus prototipos. Suelen tener diseños preciosistas que, a la hora de la verdad, se mantienen bastante fieles, aunque con los cambios lógicos, cuando llegan a producción. En los últimos años, uno de los que más expectación generó fue el Mazda Iconic SP y ahora se ha confirmado que llegará a la calle, con casi toda seguridad para dar forma al siguiente Mazda MX-5.
Ha sido Masashi Nakayama, jefe de diseño de Mazda, quien lo ha confirmado según recoge Autocar: “Este prototipo no es sólo uno de esos coches de exhibición vacíos. Ha sido diseñado con la intención real de convertirlo en un modelo de producción en un futuro no muy lejano”.
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Cuando se presentó el ‘concept’ la opinión del público se dividió en dos corrientes. Por un lado, los que veían en él un MX-5 futurista, algo que se entendía por el parecido en las formas con el ‘Miata’ actual. Por otro, quienes consideraban que sería el nuevo RX, siguiendo la estela de los RX-7 y RX-8 como como un deportivo superior y basándose en el mayor tamaño del prototipo.
Es algo que todavía no se ha aclarado, pero desde Mazda si se sugirió que las dimensiones se podían ajustar y llevar a una escala menor, por lo que la hipótesis del MX-5 cobra fuerza.
Lo que sí han querido dejar claro es que, a pesar de lo espectacular del diseño del prototipo, desde el principio fue diseñado con la idea de hacerlo realidad y de que pudiera pasar por los requisitos para su homologación.
Naohito Saga, del departamento de planificación de Mazda, explica: “En el proceso de desarrollo, todo, desde la posición de las puertas y los neumáticos, hasta la longitud del vehículo, la posición de los asientos de los ocupantes y la visibilidad fue investigada meticulosamente antes de llegar a las especificaciones finales”.
“Realmente demuestra cuánto queríamos convertirlo en un automóvil que manifieste el compromiso de Mazda con el futuro, especialmente en términos de sostenibilidad y el papel futuro de nuestra tecnología de motores rotativos”.
REX con motor rotativo
Y es de esta parte de la que se desprende que la naturaleza del siguiente Mazda MX-5 será bastante peculiar, puesto que, como el prototipo, empleará un sistema de propulsión eléctrico de autonomía extendida (REX) que tendrá como corazón un motor rotativo.
En este formato el bloque de combustión actúa como generador para alimentar la batería que nutre al propulsor eléctrico, que es el que mueve las ruedas del coche. En el ‘concept’ el sistema desarrollaba 370 CV, pero no se sabe cuáles serán las especificaciones técnicas del modelo de producción.
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