Javier es un joven conductor que decidió hace casi un año vender su coche diésel. En 2016 comenzó a oír hablar del Model 3, la propuesta más económica de Tesla, una marca que seguía con interés desde tiempo atrás. Cuando se abrieron las reservas no se sumó a los primeros candidatos a conducir un coche que suponía una revolución en la empresa de Elon Musk, lo que sí hizo a comienzos de 2018 cuando consideró que tenía información suficiente sobre el vehículo, abonando para ello una garantía de 1.000 dólares (unos 886 euros). Ahora ya ha podido sentarse en la primera unidad de presentación que Tesla ha traído hasta España.
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Javier, que prefiere no desvelar su identidad, explica las razones que le impulsaron a convertirse en reservista del Model 3: “Me convence el concepto de marca, todo lo que representa Tesla. Valoro por supuesto que sea eléctrico 100%, lo avanzado de su software y las actualizaciones, la red de supercargadores… Creo que tiene todo lo que necesito para que sea mi coche único, en el día a día lo utilizo poco y para viajar me ofrece garantías suficientes en el tipo de desplazamientos que yo realizo, porque he analizado con detalle su red de recarga”.
El Model 3 es una berlina de 4,69 metros de longitud que se posiciona como escalón de acceso a la marca por debajo del Model S y el Model X. Su diseño se inspira claramente en las otras creaciones de Tesla, con formas estilizadas aunque con detalles distintivos como su frontal carente de cualquier tipo de parrilla (ni siquiera simulada puesto que los motores eléctricos no precisan de refrigeración), un enorme techo panorámico de cristal y los tiradores de las puertas escamoteados (aunque a diferencia de sus hermanos surgen mediante una presión manual y no de forma automática al aproximarse al coche).
En su interior el minimalismo es la sensación imperante. El Model 3 prescinde de cualquier tipo de instrumentación convencional y el único centro de control del vehículo es su pantalla de 15 pulgadas en formato horizontal. Los pulsadores son los imprescindibles: accionamiento de indicadores de emergencia, intermitentes y luces, elevalunas eléctricos y dos pequeños mandos en el volante que sirven para regularlo eléctricamente al igual que los espejos retrovisores. Ni siquiera se aprecian salidas de aireación del climatizador, ni sus controles que son digitales, perfectamente integradas en una línea horizontal disimulada en el salpicadero.
La calidad de los acabados se antoja, en una primera apreciación rápida de la unidad exhibida en Madrid, satisfactoria para un coche de su posicionamiento pero sin llegar al nivel, obviamente, de sus hermanos mayores. Algunos plásticos y ciertos remates (sobre todo los que no quedan a la vista) son menos convincentes, aunque el ambiente general del habitáculo cumple con las expectativas. La habitabilidad es buena, como explica Javier, el futuro propietario de un Model 3: “A mí me encanta la simplicidad del habitáculo, es una de las cosas que ya me convencieron en las primeras imágenes del interior. Y la habitabilidad es buena, mido 1,84 metros de estatura y me he sentido cómodo tanto al volante como en las plazas traseras. Los dos maleteros ofrecen capacidad suficiente para mis necesidades, el trasero tiene una boca de acceso menos amplia de lo que sería deseable pero es el condicionante de este tipo de carrocería. Además me gusta que sea más compacto en sus dimensiones un Model S, por ejemplo, lo encuentro más manejable y racional”.
En efecto, el Model 3 dispone de dos espacios principales para el equipaje: el habitual maletero posterior y otro secundario delantero, en la posición que generalmente ocuparía un motor térmico. Entre ambos suman una capacidad de 542 litros, bastante aprovechables en ambos casos por sus formas rectilíneas. Aunque en principio se pensó que el acceso al coche se realizaría únicamente a través de una aplicación de móvil o de una tarjeta específica, finalmente también estará disponible la clásica llave inteligente para los clientes que prefieran este formato.
Tesla ofrece en el Model 3 dos opciones de baterías. La básica tendrá una autonomía de 346 kilómetros en la homologación estadounidense (aún no se han ofrecido los datos en WLTP) y la extendida llegará hasta los 499 kilómetros. Y en cuanto a la transmisión, habrá una versión con un único motor para mover las ruedas posteriores, otra con tracción total gracias a dos propulsores acoplados uno a cada eje y una variante de esta última con un paquete prestacional que mejora su rendimiento: será capaz de llegar a los 250 km/h y acelerar desde parado hasta 100 km/h en 4,8 segundos.
El precio base en Estados Unidos es de 35.000 dólares, unos 31.000 euros. Se desconoce cuál será la tarifa para las diferentes versiones en el mercado español, aunque el misterio debería desvelarse pronto, ya que la marca podría poner en marcha el configurador de vehículos antes de acabar este año. Será el momento en el que los clientes que tengan reserva puedan concretar su pedido, entre ellos Javier: “La verdad es que tengo ganas de conducir mi coche, estas esperas se hacen largas. La marca es bastante hermética en algunos aspectos y todavía no han dado una fecha cerrada de entregas, aunque yo espero que empiecen durante el primer trimestre del año que viene. Esas son las previsiones que se manejan en foros sobre Tesla, aunque es verdad que se refieren a las versiones más caras. Yo todavía no sé cuál elegiré hasta que el configurador se encuentre operativo para España”.
El Model 3 se venderá con una garantía general del vehículo de cuatro años y 80.000 kilómetros, que llega a ocho años y 160.000 kilómetros para la batería básica y 192.000 kilómetros para la de rango extendido. Lo que Tesla tampoco ha comunicado es el número de peticiones procedentes del mercado español, si bien confirma una enorme confianza en el éxito de un producto vital para la compañía, del que se han realizado 450.000 reservas en todo el mundo.
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