El Tesla Cybertruck está atrayendo una cantidad notable de atención como uno de los vehículos más controvertidos de la última década. Este pick-up eléctrico, esperado durante mucho tiempo, ha generado numerosas críticas y en las redes se sigue analizando al detalle.
El último punto negro en su historia es uno que es un gran desconocido para la mayoría del público: la prueba de la zanahoria.
Se trata de un test sencillo en que se comprueba si un coche cuenta con las medidas de seguridad necesaria para prevenir el corte o amputación de los dedos de una persona en ciertas áreas clave. Así, se evalúan lugares como los marcos de las puertas, el maletero o el capó.
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La mayoría de los automóviles cuentan en dichas zonas con gomas que crean cierto hueco para que, incluso cerrándose por completo dichos elementos, el usuario salga indemne o, al menos, lo menos perjudicado posible.
Como es lógico, no se utiliza una mano de verdad para hacer las comprobaciones y, en su lugar, se emplean objetos similares tanto en tamaño como en forma, normalmente zanahorias (de ahí el nombre) o salchichas.
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El modelo de Tesla genera dudas en general en materia de seguridad debido a su diseño, puesto que su carrocería hecha de paneles de acero inoxidable tiene formas angulosas, aristas y picos que no protegen mucho a los peatones en caso de un atropello.
Peligro para los dedos
La prueba de la zanahoria muestra que, además, en este aspecto tampoco tiene un buen desempeño. Hay multitud de vídeos en internet realizando el test y aunque los resultados varían ligeramente, en términos generales son malos.
Dada la ausencia de goma en las juntas, en el mejor de los casos los dedos quedan muy marcados, aunque sin que llegue a abrirse una herida. En los peores, se puede ver como en las esquinas del frunk este secciona una zanahoria sin detenerse en su movimiento, y es que no cuenta con sensores que detengan la operación de cierre si se detecta un objeto en medio.
Eso sí, parece que este problema no es exclusivo del Cybertruck, puesto que la prueba se ha realizado en otros pick-up eléctricos, con resultados dispares. El Rivian R1T sí dispone de un sensor que abre la tapa en cuanto detecta el dedo, mientras que el Ford F-150 Lightning continúa la operación hasta cerrarse por completo.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.