Hasta ahora le correspondía al buque insignia Serie 7 mostrar en cada nueva generación los avances tecnológicos desarrollados por BMW. Ya no es así y ahora el nuevo SUV eléctrico iX toma el relevo a la berlina de representación como máximo exponente de los avances previstos para futuros modelos de la marca bávara.
Desde el principio hay que aclarar que el iX es un modelo de nueva concepción y que no comparte nada con el resto de la gama. Proyectado desde cero, introduce el concepto de sostenibilidad en todas las fases de su desarrollo porque que todo su proceso de fabricación utiliza energías renovables y está construido con materiales reciclados que pueden volver a ser aprovechados en un sistema industrial de economía circular.
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Otro avance importante que aporta el iX es su conectividad, que da un salto muy apreciable al incorporar en sus sistemas operativos la tecnología 5G, una mayor capacidad de procesamiento (20 veces más) y una nueva generación de sensores que allanan el camino ante la llegada de la conducción autónoma.
Este despliegue también posibilita otros avances, como la vigilancia mecánica a distancia, que permite controlar desde el taller variables como el desgaste de los neumáticos o su presión de inflado. Y también el correcto funcionamiento de los órganos mecánicos que pueden ser solventados telemáticamente o avisando al propietario de la necesidad de realizar el mantenimiento.
Así mismo, las nuevas capacidades de conexión facilitan contratar temporalmente numerosas funciones, como por ejemplo asistentes de conducción necesarios para viajes largos, y descargarlos en el coche cuando el cliente lo desee.
Hasta 631 kilómetros
El BMW iX se ofrece en dos versiones dependiendo de su batería, que puede ser de 71 o 105,2 kWh (capacidades netas). La primera se llama iX xDrive40 (87.150 euros) y rinde 326 CV con una autonomía de 425 kilómetros (WLTP), mientras que la segunda iX xDrive50 (104.150 euros) sube hasta los 523 CV y homologa un rango de 631 kilómetros.
Tracción integral
Ambas son de tracción 4×4 al llevar dos motores, uno en cada eje, y estrenan la quinta generación BMW de tecnologías electrificadas, consiguiendo una eficiencia del 93 % a la hora de aprovechar la energía disponible.
A pesar de las grandes dimensiones del iX, sus prestaciones consiguen valores muy deportivos, con una aceleración en el 0 a 100 km/h de 6,1 segundos y que bajan a sólo 4,6 en la versión más potente. Pero conserva en general unos consumos oficiales muy razonables que se mueven entre 18,8 y 23 kWh/100 km. Y son muy cercanos a los reales, como confirmaron los registrados durante la primera toma de contacto en un recorrido variado de autovía y carretera comarcal con frecuentes desniveles: 19,7 kWh.
En cuanto a la recarga de la batería, admite cargas rápidas de corriente continua (CC) de hasta 200 kW, con las que recupera del 10 al 80 % de su capacidad total en 40 minutos y consigue 120 kilómetros de autonomía extra en tan solo diez minutos.
Grande pero fácil de conducir
El iX es un SUV exclusivo de tamaño grande, de 4,95 metros de largo, con una llamativa carrocería de aspecto un tanto futurista y más propia de un prototipo o concept car expuesto en un salón del automóvil que de un modelo de serie. Unas formas que consiguen en lo técnico una aerodinámica sobresaliente (Cx=0,25), una característica decisiva en los eléctricos para garantizar una óptima eficiencia en carretera.
Al volante sorprende por la facilidad de conducción a pesar de ser un coche muy grande y con un peso elevado (hasta 2.510 kilos en la versión superior). La estabilidad es muy buena gracias a la lograda rigidez del chasis y a la eficaz suspensión que, opcionalmente, puede ser de amortiguación neumática para mejorar aún más el dinamismo y el confort.
En carretera abierta, el iX transmite una sensación muy consistente y apenas se notan las inercias, ya que se mantiene plano respecto al suelo incluso en curvas a velocidad elevada. Pero en las frenadas y en los giros cerrados de carreteras de montaña el peso considerable impone sus límites dinámicos.
El nuevo eléctrico de BMW solo tiene una marcha, pero pueden seleccionarse tres modos de conducción: Personal (adaptado a las preferencias del conductor), Deportivo y Eficiente. Y también se puede seleccionar un modo B que permite conducir con un solo pedal, sin necesidad de utilizar el freno.
La parrilla que se repara sola
Todo en este coche es especial y diferente a lo que se acostumbra. Desde la carrocería monocasco, fabricada en acero, fibra de carbono y aluminio, hasta las ruedas con llantas aerodinámicas Air Performance (de 21 o 22 pulgadas) y los neumáticos, que llevan una espuma interior para amortiguar los sonidos de rodadura y que no molesten en el interior de la cabina.
En el iX no faltan otros llamativos detalles de innovación que marcan la pauta para futuras aplicaciones en el automóvil. Como por ejemplo la característica parrilla frontal, que ahora es una pieza clave en la conducción porque sirve de interfaz con la carretera al incorporar en su parte posterior diversos sistemas de asistencia y además está recubierta de una capa de poliuretano especial que se repara por si sola cuando es dañada por algún roce o impacto.
La carrocería llama la atención por diversos detalles que marcan la diferencia con los coches habituales. Por ejemplo, el depósito del limpiaparabrisas se rellena a través de una toma escondida bajo el logotipo del capó, ya que este solo puede ser abierto en el concesionario oficial para evitar accidentes con la potente corriente eléctrica almacenada en la batería de alta tensión.
También los tiradores de las puertas son distintos a lo habitual ya que no sobresalen de la chapa y, tanto desde fuera como desde el interior, se activan pulsando un botón. Además, la cámara posterior que controla la visión en la marcha atrás dispone de un sistema de limpieza automático que está disimulado en el logotipo del portón trasero.
Y por dentro, una serie de cámaras permiten a los ocupantes tomar imágenes durante los viajes, pero también sirven al propietario como eficaz sistema antirrobo, grabando y avisándole de cualquier intrusión.
Sonido por Frank Zimmer
Y en su interior también rompe la estética clásica de la marca alemana. Un salpicadero de aspecto muy tecnológico presentando un volante multifunción calefactable que es de forma hexagonal por primera vez en BMW, y dos pantallas envolventes, una de 12,3 pulgadas para la instrumentación y otra táctil de 14,9 pulgadas para la información multimedia y con la que se pueden manejar infinidad de funciones, haciendo desaparecer casi todos los botones a bordo.
Los asientos, igualmente de nuevo desarrollo, y la habitabilidad cuidan especialmente a los ocupantes y sorprenden los materiales utilizados en los guarnecidos, en especial los textiles presentes en recubrimientos que normalmente son de plástico.
Hasta treinta altavoces del sistema Bowers & Wilkins garantizan un sonido perfecto del sistema de audio, pero también contrarrestan los ruidos de rodadura y ofrecen a los ocupantes una experiencia acústica singular con cinco modos de sonido artificial seleccionables y que han sido creados por el famoso compositor Frank Zimmer.
En el techo, el gran panel acristalado (opcional) es el mayor instalado nunca en un BMW. Incrementa la sensación de amplitud y es otra de las innovaciones tecnológicas del iX ya que se compone de un vidrio laminado que se oscurece automáticamente con la luz solar gracias a un mecanismo electrocromático.
Y detrás el aspecto práctico no ha sido olvidado, ya que dispone de un maletero de 500 litros que puede agrandarse hasta los 1.750 abatiendo los asientos posteriores.
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