Uno de los problemas a los que los conductores tienen que enfrentarse cuando quieren comprar un coche eléctrico es el precio. Con una media de unos 35.000 euros, estos coches son sensiblemente más caros que sus variantes, cuando las hay, de combustión.
Sin embargo, el comportamiento del mercado dice que hay otros factores que tienen más peso al tomar la decisión de comprar un coche eléctrico. Marco Conde, director ejecutivo de Motoreto, portal de compraventa de vehículos de segunda mano, explica cuál es el perfil del comprador de un coche eléctrico.
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“El cliente de un coche eléctrico, por regla general, necesita cubrir una serie de necesidades y tiene una forma de vida diferente al de un comprador de coche de combustión”. Las principales razones para diferenciar a ambos conductores son:
- La necesidad cotidiana de acceder al centro de las ciudades donde hay zonas de bajas emisiones.
- La propiedad de un garaje particular donde instalar un punto de recarga.
- La posibilidad de disponer o de alquilar un segundo vehículo de combustión o híbrido para los viajes más largos.
Obviamente, el precio sigue siendo importante, por lo que el mercado de ocasión quizás sea un lugar donde encontrar coches eléctricos algo más económicos. Sin embargo, los vehículos electrificados no llegan a despegar en esa segunda vida.
Hasta 10.000 euros de diferencia
Las ventas de vehículos con motor de combustión siguen siendo la mayoría, con algo más de la mitad de la cuota de mercado. También es verdad que la oferta de coches con motor térmico es mucho más elevada que la de las opciones electrificadas, una característica que no se puede obviar.
Por ejemplo, en Motoreto los vehículos eléctricos anunciados son 1.200 y los híbridos, 3.544, mientras que los coches de combustión alcanzan los 40.320 ejemplares. Tomando como referencia uno de los coches más vendidos el año pasado, que oferta tres diferentes opciones de motorización (eléctrico, híbrido enchufable y de gasolina), se aprecian las diferencias de precio en el mercado de segunda mano.
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El Peugeot 2008 eléctrico se vende por un precio medio de 31.527 euros de segunda mano. La versión híbrida enchufable baja a los 26.723 euros; con motor de gasolina, la media está en los 21.582 euros. Entre la versión de combustión y la eléctrica, la diferencia es de 10.000 euros, una cifra que sí puede condicionar la decisión de los compradores.
Es interesante también apreciar que el vendedor tipo de los coches electrificados de segunda mano es “un concesionario oficial de casi cualquier marca, ya que todas están sacando versiones eléctricas o híbridos enchufables debido a las normativas”, señala Conde.
Ni garaje, ni necesidad de etiqueta
De todas formas, los problemas a los que se enfrenta la electrificación no son solo económicos. La mayoría de personas en España no dispone de un garaje privado ni de la posibilidad de mantener dos vehículos, explica Conde.
A esta situación personal, hay que sumar que no todos los conductores viven en el centro de las grandes ciudades y que, por lo tanto, no todos tienen la necesidad de lucir las etiquetas Cero o ECO de la DGT. De hecho, las ventas de coches eléctricos de segunda mano se concentran en Madrid, mientras que los híbridos enchufables lo hacen en Barcelona y en algunas provincias del norte.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.