Rolls-Royce avanza en el desarrollo del Spectre, su primer eléctrico

El Rolls-Royce Spectre va a ser uno de los modelos más importantes de la historia moderna de la marca británica, ya que será el primer coche eléctrico para un fabricante que a partir de 2030 venderá exclusivamente modelos sin emisiones. El desarrollo de la berlina continúa y sigue sumando mejoras.

Las pruebas se llevan a cabo en la Costa Azul, donde Rolls-Royce prevé recorrer 625.000 de los dos millones y medio de kilómetros que rodará el Spectre antes de llegar a su versión final. El modelo se presentará en 2023 y se pondrá a la venta el mismo año.

Tras los test del Círculo Polar Ártico, el eléctrico de lujo ya ha presentado su primera mejora: originalmente se había calculado un coeficiente aerodinámico de 0,26 Cx, pero se ha rebajado hasta 0,25. Puede parecer una mejora mínima, pero es algo que ayudará a aumentar la autonomía del coche eléctrico.

Comodidad a bordo en el Spectre

Por otro lado, el fabricante se está centrando en conseguir que el Rolls-Royce Spectre ofrezca el característico confort de marcha de los modelos la marca, esa sensación de alfombra mágica con la que los pasajeros apenas perciben las irregularidades del terreno.

Esto se consigue con un sistema eléctrico inteligente que cuenta con 141.200 conexiones entre emisores y receptores, tres veces más de lo que es habitual es un Rolls-Royce estándar. Así, el coche reacciona de una manera mucha más rápida ante los datos, lo que radica en un mejor comportamiento de, por ejemplo, la suspensión.

Los sistemas del Spectre son capaces de analizar la carretera, detectando agujeros y resaltos, para adaptarse y filtrar las irregularidades de manera más efectiva. No solo eso, también utiliza la navegación por satélite para ser más eficientes. Así, en las rectas desacopla la barra estabilizadora y solo la activa en las curvas, cuando además endurece la suspensión para conseguir un giro más estable.

El fabricante también ha confirmado que está haciendo especial hincapié en la rigidez estructural del vehículo. Para ello, está trabajando en una arquitectura de aluminio con las baterías integradas en ella y reforzada con acero en secciones clave.