A pesar de las innegables ventajas que ofrecen los vehículos eléctricos, sus ventas aumentan a ritmo bajo. Su precio, sensiblemente más alto que el de los modelos de combustión, y la necesidad de estar pendiente de la recarga de las baterías, hace muchos conductores no den el paso definitivo de pasarse a la movilidad eléctrica.
En estos casos el rénting puede ser una buena solución ya que, al ser un alquiler a largo plazo, permite hacer una prueba de larga duración de esta tecnología para comprobar si se adapta al día a día del usuario.
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Rénting de coche eléctrico: precio
El contrato de rénting de un modelo eléctrico incluye, en grandes líneas, los mismos conceptos que cualquier otro. La cuota mensual comprende el mantenimiento de periódico del vehículo, las reparaciones que puedan surgir de manera imprevista, el cambio de neumáticos, las revisiones de la ITV, el pago de impuestos y la póliza de seguro.
Sin embargo, y debido a que se trata de modelos con un precio más alto, la cuota mensual a pagar es claramente más elevada que la de otro modelo similar con motor diésel o gasolina. La cantidad media del rénting de un coche eléctrico oscila entre los 400 y 500 euros, pudiendo incluso llegar a los 700 en modelos de segmentos premium.
El contrato
La mayoría de estos contratos a particulares suelen establecerse en 48 meses con un máximo de 10.000 kilómetros recorridos anualmente (el exceso se debe abonar conforme a la tarifa establecida por la compañía). En cualquier caso, se puede optar por periodos menores o mayores (el máximo suele ser de 60 mese) y más kilometraje.
Sin embargo, al ser los eléctricos modelos cuya tecnología avanza rápidamente en lo que autonomía y tiempo de carga se refiere, es mejor elegir contratos con una duración corta para así beneficiarse de las posibles mejoras.
Ventajas del rénting de coches eléctricos
Los modelos más solicitados son los pequeños utilitarios y los clientes que más contratos formalizan son los particulares y autónomos en lugar de las empresas. Estas son las principales ventajas del rénting de eléctricos:
- Precio. Optar por el rénting suele ser una solución más económica que la compra, aunque conviene hacer números porque puede cambiar según modelos. Adquirir un coche eléctrico no es algo que esté al alcance de todos los bolsillos: estos modelos son entre 5.000 y 15.000 euros más caros que uno similar de combustión.
- Menor coste de uso. El coste por kilómetro de un vehículo eléctrico es muy inferior al de uno térmico. Si recorrer 100 kilómetros (al precio actual de la gasolina) no suele bajar de 10 o 12 euros con los mejores diésel o híbridos, en un modelo de batería as bajará a entre 1,5 y 2,5 euros.
- Mantenimiento de la batería. Los contratos de rénting incluyen la posible reparación o sustitución de la batería, que es el componente más costoso en cualquier coche eléctrico y, como el motor de un modelo de combustión, puede salir por varios miles de euros.
- Movilidad urbana garantizada. Como son modelos sin emisiones, los eléctricos tienen asegurada la circulación por el centro de las grandes ciudades o, en escenarios de alta contaminación, en entornos urbanos. Estos vehículos, además, pueden estacionar de forma gratuita en la calle.
- Tecnología de vanguardia. La tecnología de este tipo de vehículos avanza rápidamente, en especial en lo que respecta a la autonomía o a la recarga de las baterías. Con un contrato de rénting se puede optar por los modelos más recientes y que mejor se adapten a la movilidad que tengamos en cada momento.
- Seguro adaptado. Los contratos de rénting suelen incluir una póliza de seguro con coberturas especiales para eléctricos, como la asistencia por fallo de la batería desde el kilómetro cero y la indemnización por robo del cable de recarga.
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