¿Sirve cualquier neumático para un coche eléctrico?

Los neumáticos son un elemento clave en la seguridad de un automóvil. Se trata del último componente que mantiene el vehículo en contacto con el asfalto, lo que hace que jueguen un papel capital en multitud de aspectos, como la capacidad de tracción, la de frenada o la estabilidad. Es así que resulta imprescindible que todo vehículo monte neumáticos de calidad, aunque, evidentemente, no sirven para cualquier automóvil.

La llegada de un nuevo protagonista tan importante para el panorama de la movilidad como los coches eléctricos ha hecho obligado crear nuevos productos que se ajusten a sus características específicas y necesidades, para asegurar así un comportamiento óptimo en cualquier circunstancia.

Una mayor durabilidad

Un conductor, en principio, puede pensar que conducir un coche eléctrico es idéntico que hacerlo con uno de combustión, pero nada más lejos de la realidad. Los vehículos de cero emisiones distan mucho de los térmicos en parámetros como el peso, la respuesta o la eficiencia, por poner algunos ejemplos. Es por ello que contar con un neumático específico puede marcar la diferencia.

El primer factor clave es el peso. A lo largo de la historia del automóvil, los coches han sido cada vez más livianos gracias al uso de materiales ligeros como el aluminio o la fibra de carbono; sin embargo, esta tendencia se ha invertido con los coches eléctricos, puesto que sus sistemas de propulsión son más pesados, sobre todo debido a las baterías.

Una peculiaridad que se traduce en un mayor estrés para los neumáticos, a lo que se añade el desgaste propio derivado de este tipo de mecánicas: en los coches eléctricos la respuesta del motor al accionar el acelerador es inmediata, por lo que el desgaste de las ruedas también aumenta.

Estos dos factores hacen que sea imperativo contar con compuestos más resistentes, sin que por ello se pierdan prestaciones, algo que Michelin lleva trabajando desde 1946 cuando, gracias al MICHELIN X, el primer neumático radial, se multiplicó por dos e incluso por tres su durabilidad.

Actualmente, los MICHELIN Pilot Sport EV han sido desarrollados pensando en los coches deportivos de cero emisiones, asegurando un desempeño de grandes prestaciones desde el momento del estreno hasta el último kilómetro de su vida útil.

Eficiencia para llegar más lejos

Cualquier conductor valora la eficiencia de su coche, puesto que cuanto mayor sea ésta, más se lo agradecerá su bolsillo. Hay múltiples factores que entran en juego en este aspecto, como la suavidad de conducción o la anticipación. Y los neumáticos son otro de ellos: cuando menor es la resistencia a la rodadura, más fácil es avanzar para el vehículo y menos gasto de combustible se produce.

Esto, que ya es importante en un automóvil gasolina o diésel, alcanza una nueva dimensión si se habla de coches eléctricos en los que, aunque se está mejorando, la autonomía sigue siendo algo que preocupa al usuario.

Montar neumáticos desarrollados con la baja resistencia a la rodadura en mente, como es el caso de los MICHELIN e.PRIMACY, sirve para reducir el consumo energético y ampliar el alcance real del automóvil hasta en un 7%, lo que en un modelo con 400 kilómetros de autonomía supone hasta 30 kilómetros adicionales.

El disfrute del silencio

Una de las características que más sorprende a quien se sube a un coche eléctrico por primera vez es lo silencioso que es. Dada la ausencia de un motor térmico, la rumorosidad del sistema de propulsión es inexistente, algo que es bueno… y malo a la vez.

Por un lado, el silencio percibido en el habitáculo es mucho mayor. Por otro, esto hace que otras fuentes de ruido, como el aerodinámico o de la rodadura de los neumáticos, sean mucho más perceptibles. Lo primero depende del diseño del automóvil, pero lo segundo puede mejorarse utilizando el calzado adecuado.

Los neumáticos para coches eléctricos de MICHELIN cuentan con la tecnología AcousticTM, que aplica una espuma de poliuretano en el interior de la cubierta, lo que consigue que se reduzca hasta en un 20% el ruido generado por la rodadura sobre el asfalto que llega hasta el habitáculo.

Son argumentos suficientes para valorar que la utilización de un producto específico para vehículos cero emisiones resulta primordial para disfrutar al máximo de las cualidades de este tipo de vehículos, las sensaciones que ofrecer y contribuir a esa eficiencia que se ha convertido en una de las prioridades de la nueva movilidad.