VW cumple su hoja de ruta de electrificación con la gama ID

Volkswagen inauguró su nueva estrategia de electrificación hace apenas dos años con el lanzamiento del ID.3, el primer modelo de la redefinida gama sin emisiones que ya entonces anticipaba un crecimiento constante y progresivo. En este tiempo, la marca alemana ha afianzado esta tendencia imparable y cumplido con sus objetivos de descarbonización y oferta para sus clientes.

Al ID.3 le siguió la variante SUV que es el ID.4, incluyendo sus variantes más prestacionales GTX; el modelo superior ID.5 que llegará el próximo mes de mayo; ya se conoce el comercial ID.Buzz y la marca trabaja en dos nuevas propuestas: un urbano que se basará en el prototipo ID.Life y el ID. Aero (nombre provisional) basado en el ID.6 X, un familiar de siete plazas que ya se comercializa en China.

Con ello, VW cree que cubre el 80% de las necesidades de los usuarios, como ha declarado su directora general en España, Laura Ros: “Desde el lanzamiento del ID.3 hemos dado un impulso muy importante a nuestra estrategia de electrificación. Nuestra gama nos permite competir en todos los segmentos relevantes del mercado con un modelo 100% eléctrico”.

Un esfuerzo que ha dado sus resultados, incluso en un entorno complejo como el provocado por la pandemia, la crisis de los semiconductores o, más recientemente, la guerra en Europa. El pasado año, las ventas de sus modelos sin emisiones creció nada menos que el 96,5%, alcanzando las 263.200 unidades en todo el mundo.

Por lo que se refiere a Europa, los ID.3 e ID.4 se encuentran entre los cinco eléctricos más vendidos de su posicionamiento, lo que sirvió a Volkswagen para ser líder de estas ventas en Europa, segunda en Estados Unidos y cuadriplicó sus unidades en China.

La marca invertirá 18.000 millones de euros en desarrollo hasta 2026, de los que 14.000 se destinarán exclusivamente a la electromovilidad, correspondiendo 1.000 más a la tecnología de hibridación y los 3.000 restantes a la digitalización de productos y servicios.

Un montante que apunta en una dirección clara, como explica Ros: “En 2050 nuestro objetivo es ser una compañía neutral en emisiones de CO2. Por eso, y pese al contexto tan difícil que hemos atravesado en los dos últimos años, hemos mantenido con firmeza nuestro compromiso con la sostenibilidad, respaldado por inversiones muy importantes”.

El software es otro de los pilares fundamentales en esta etapa de transformación, que Volkswagen ha bautizado como ‘Accelerate’ (acelerar, en inglés). Sigue así la senda que inició en 2021 cuando se convirtió en el primer fabricante de volumen en ofrecer actualizaciones remotas para sus vehículos y, desde entonces, son las más de 100.000 usuarios los que se han beneficiado de este servicio.

Y su implicación en este área llegará mucho más allá, como detalla Laura Ros: “El futuro pasa por el control del software. Es uno de los elementos que nos tiene que diferenciar del resto de fabricantes, ya que cada vez será más clave en la decisión de compra de los clientes”.

Siempre centrados, eso sí, en el sector de la automoción y la movilidad más eficiente. Lo que la compañía no contempla, al menos en estos momentos, es la separación de su división de vehículos electrificados en una empresa independiente, como han decidido otras de esta industria.