Volkswagen está desarrollando una completa familia de modelos eléctricos que abarcan una variedad amplia de segmentos, incluyendo las furgonetas con la ID. Buzz. En ella muchos veían la reinterpretación moderna y cero emisiones de la mítica Bulli, apodo popular con el que se conoce a la Transporter clásica. Sin embargo, la propia marca ha decidido directamente convertir el modelo original en un vehículo a pilas creando la Volkswagen e-Bulli.
El modelo conserva intacto todo su encanto gracias a detalles de diseño como la pintura bitono, que en este caso combina los colores Energetic Orange Metallic y Golden Sand Metallic MATTE, pero Volkswagen ha aprovechado para modernizar aspectos como los grupos ópticos, que ahora cuentan con tecnología LED.
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El habitáculo también ha recibido un importante trabajo de restauración. Luce tonalidades similares a la del exterior, monta un suelo de madera y exhibe una nueva palanca de cambios. También incluye botón de start/stop para encender el motor, una radio de inspiración retro en el salpicadero y una tableta digital montada en el techo.
Lo más importante, sin embargo, es la modificación en su sistema de propulsión. Originalmente contaba con un motor bóxer tetracilíndrico de 44 CV y 102 Nm de par, que ha sido reemplazado por un bloque eléctrico de 83 CV y 202 Nm. Esto le permite alcanzar una velocidad máxima limitada a 130 km/h que, aún así, es superior a la del modelo clásico, que solo llegaba hasta los 102 km/h.
Una batería de 45 kWh es la encargada de suministrar energía, lo que le permite recorrer hasta 200 kilómetros. Con un cargador rápido de 50 kW es capaz de rellenar el 80% de su capacidad en 40 minutos.
Volkswagen ha confirmado que esta transformación se encuentra disponible para todos aquellos poseedores de una T1, T2 o T3 que quieran hacerla eléctrica, aunque el precio no es desde luego bajo: 64.900 euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.