100% eléctricos, 100% conectados, de un 50% a un 100% de funciones de conducción autónoma y precios asequibles. Así serán los Volkswagen del futuro, que empezarán a llegar en 2020 y se mostrarán como prototipos en el Salón del Automóvil de París (del 1 al 16 de octubre).
Tras inventar el Escarabajo y el Golf, dos superventas icónicos de la historia del automóvil, Volkswagen busca un tercer hito que alimente su imponente medallero. La base mecánica para lograrlo será la nueva plataforma Modular Electric Bodylines (MEB) específica para coches de baterías, que optimizará el espacio y se presentará en la muestra gala.
La crisis como oportunidad en la tradición griega o no hay mal que por bien no venga, según el refranero español. Nada mejor que una gran tragedia para remover cimientos y romper rutinas que en la historia de éxito que vivía hasta entonces Volkswagen hubiera sido casi imposible realizar.
Y al menos en eso, la traca del diéselgate fue monumental. Lo que al principio supuso un cataclismo emocional y financiero, se fue transformando en una profunda catarsis. Y un año después ha desatado un proceso de reinvención de la compañía cuyos primeros frutos se verán en la muestra de París con el lema Think New, aunque se han anticipado en parte a un reducido grupo de periodistas internacionales en la sede de Wolfsburgo.
La primera consecuencia del diéselgate ha sido acelerar a fondo la electrificación y utilizarla como palanca para cumplir las futuras normas de emisiones. «Volkswagen quiere ser un actor principal en el coche eléctrico del futuro», aseguraba a EL PAÍS Jürgen Stackmann, anterior presidente de Seat y responsable mundial de marketing de Volkswagen tras el diéselgate.
«Nuestros eléctricos reunirán seis atributos clave: sostenibilidad ambiental, atractivo estético, carácter visionario para ir por delante, conectividad permanente con el entorno del cliente y la marca para acceder a la plataforma de servicios de movilidad de Volkswagen, uso intuitivo y seguridad total».
Se seguirán evolucionando las mecánicas actuales de gasolina, diésel y gas, que coparán el 75% del mercado dentro de 10 años. Pero se priorizarán los recursos en la nueva línea de coches 100% eléctricos, que supondrán de dos a tres millones anuales en 2025.
Los planes no parecen un brindis al sol: hasta 2020 se lanzarán 20 modelos a pilas, que serán 30 en 2025. En ese periodo, la autonomía subirá a 400 kilómetros en el e-Golf y llegará a 600 a finales de 2019, cuando se presente el primer modelo con base MEB, que permitirá afrontar los viajes y cumplir como coche único de la familia, e incluirá funciones avanzadas de conducción autónoma.
«La electrificación será más rápida en Europa, EE UU y China, y más lenta en Latinoamérica», según Stackmann, pero Volkswagen espera seguir doblando cada año las ventas de sus modelos a pilas: 40.000 en 2015, 80.000 en 2016…
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