El cinturón de seguridad es un elemento clave para la seguridad de los pasajeros de un coche en caso de accidente. Sin embargo, para ser efectivo, tiene que funcionar de manera correcta, y esto es algo que puede dejar de pasar, tanto por el uso como por el paso del tiempo.
En los coches más antiguos, es bastante común que los cinturones no recojan como deben, es decir, que al soltarlos el sistema vuelva a retraer la correa para devolverlo a su sitio. Es algo que, al quitarse el cinturón, como mucho puede resultar molesto, porque hay que recogerlo de manera manual. Sin embargo, si es algo que ocurre durante la conducción puede ser peligroso.
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El truco de la silicona
Y es que, si al abrochar el cinturón, éste no se recoge y no se ajusta bien al cuerpo, habrá una holgura que en caso de impacto hará que el sistema no retenga al usuario en su sitio, lo que puede provocar lesiones.
Aunque sea un problema, lo bueno es que solucionarlo es sencillo y bastante barato: basta con utilizar un spray de silicona.

Este producto tiene como objetivo lubricar las superficies en las que se aplica, creando una fina capa que permite reducir la fricción. Es similar a un aceite 3 en 1, pero cuenta con una diferencia que es clave si se trata de aplicarla en un cinturón: esa capa se solidifica, por lo que una vez se seca no mancha, así que la ropa está a salvo.
Su aplicación es muy sencilla y solo hay que tener en cuenta un par de consideraciones. La primera es que conviene que el cinturón esté lo más limpio posible. La segunda es que conviene ponerlo por todo el cinturón, así que lo ideal es estirarlo para poder cubrir toda su superficie.
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