Las averías del coche más comunes por el frío: qué elementos se deben cuidar más

Con la bajada de las temperaturas, es habitual que ciertos componentes del coche sufran más averías que otros.

averías coche invierno
Para conducir con seguridad en invierno hay que revisar a conciencia diferentes elementos del vehículo. | Getty Images

La bajada de los termómetros no solo incomoda a los más frioleros. Ciertas piezas del coche notan más la llegada del invierno y tienden a sufrir averías con mayor facilidad.

Además de extremar las precauciones durante la conducción, es importante asegurarse de que toda la mecánica del coche se encuentra en óptimas condiciones. Llevar al día las revisiones ayudará a evitar averías e imprevistos en medio de la carretera o al ir a arrancar el motor por la mañana.

El primer componente del coche que más nota el frío es la batería. La bajada de las temperaturas provoca que, si la batería no está totalmente cargada o se acerca el final de su vida útil, haya más probabilidades de que el coche sufra para arrancar por las mañanas.

Los neumáticos pierden presión

El frío provoca que haya una pérdida de presión en los neumáticos, lo que puede acelerar su desgaste o, incluso, los pinchazos. Todo esto sin tener en cuenta que llevar los neumáticos con poca presión aumenta el consumo de combustible y hace perder adherencia con el asfalto.

Por otro lado, circular con neumáticos de invierno en zonas de montaña es lo indicado durante esta temporada, pero hay que tener cuidado. Si deja de nevar y sale un día soleado, puede ser que este tipo de gomas sufra un desgaste acelerado.

Limpiaparabrisas congelados

Aunque no es una avería mecánica, durante el invierno los limpiaparabrisas del coche pueden quedarse pegados al cristal. Si esto sucede, pueden llegar a romperse al intentar despegarlos, por eso el RACE recomienda dejarlos levantados si el coche pasa la noche en la calle. Por supuesto, nunca hay que echar agua caliente sobre el cristal para descongelarlo.

parabrisas coche hielo

Hay otros líquidos del coche que también pueden sufrir los efectos del frío. Aunque no lleguen a congelarse, las bajas temperaturas sí que pueden hacer el aceite del motor, por ejemplo, más denso que en otras épocas del año. Lo ideal para evitar averías por circular con el coche en frío es dejarlo unos minutos al ralentí para que coge temperatura.

Por último, hay que tener cuidado al circular por las carreteras durante el invierno ya que la sal que evita la formación de hielo puede llegar a corroer los bajos del coche. Si se circula con asiduidad estos días, es importante lavar al menos los bajos del vehículo para evitar problemas con el óxido.

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