Hay diferentes piezas y componentes del coche que sufren más con el frío que con el calor. De hecho, algunos elementos pueden llegar a congelarse, lo que dificulta y puesto la puesta en marcha del vehículo.
Cuando bajan las temperaturas, por ejemplo, la batería del coche es la primera en empezar a resentirse, sobre todo si no está en buenas condiciones. Pero hay otra pieza que puede, incluso, llegar a impedir que el conductor acceda al interior del coche si se congela.
Más información
Se trata de la cerradura de la puerta, donde se inserta la llave manual para abrir el coche. Es cierto que cada vez menos coches utilizan este sistema, ya que los cierres centralizados y las llaves inteligentes han ocupado su sitio en el mercado. De todas formas, todavía quedan modelos viejos que se abren así.
Cuando la caída de las temperaturas es excesiva, las cerraduras y los bombines se congelan. Si el mecanismo permite insertar la llave y el conductor ve que no gira, es importante no forzarla. De lo contrario, es posible acabar partiendo la llave y bloqueando el mecanismo.
Cómo descongelar el bombín del coche
Para descongelar rápidamente la cerradura del coche, lo mejor es aplicar algo de aceite. Así, se derrite el hielo y se contribuye a sacar la humedad del bombín congelado. Usar el propio líquido anticongelante también es igual de práctico.
Otro truco que no dañará el vehículo y que ayudará al propietario a poder acceder a su interior lo más rápido posible es usar un secador de pelo. Aplicando calor seco se conseguirá deshacer el hielo, pero es cierto que se necesita un enchufe cerca para poder conectarlo.
Por último, se puede utilizar un mechero. Bastará con encenderlo y poner la llave unos centímetros por encima de la llama. Cuando esté caliente, habrá que insertarla en la cerradura y dejarla ahí, sin moverla. El calor hará que se derrita el hielo y que se pueda abrir la puerta, permitiendo el acceso al vehículo.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.