El último domingo del año coincide con la Nochevieja, día de celebraciones y festejos. Inevitablemente, el consumo de alcohol tiende a dispararse durante estas fechas.
Aunque nunca se debe conducir después de haber consumido alcohol, muchos conductores siguen fiándose del “yo controlo”. Para contrarrestar los peligros de estas actitudes en carretera, la Dirección General de Tráfico despliega numerosos controles de alcoholemia durante estos días como medida de prevención.
Más información
Las multas por dar positivo en alcohol en un control dependen del grado de alcoholemia. Si el resultado en el alcoholímetro supera los 0,25 mg/l, la multa es de 500 euros, más la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir. Por encima de 0,50 mg/l, son seis puntos y 1.000 euros. En el caso de las drogas, la sanción siempre es la misma: 1.000 euros y seis puntos.
Hay muchos mitos sobre cómo enfrentarse al alcoholímetro y salir airoso en el intento pese a haber consumido alcohol. Ninguno de ellos funciona y, aunque diversas organizaciones tratan de desmentir estas falsas creencias todos los años, nunca está de más hacer un recordatorio.
Mitos para enfrentarse al alcoholímetro
El Real Automóvil Club de Cataluña publica un listado de varios mitos para no dar positivo en un control de alcoholemia que no servirán para librarse de una multa. Conforme se avanza en la lista, más inverosímiles son los ‘consejos’.
- Beber agua. La hidratación puede mejorar la resaca del día siguiente, pero no rebaja el alcohol que ya está en la sangre.
- Correr, saltar… La creencia de que sudar ayuda a eliminar el alcohol del organismo no tiene fundamento.
- Masticar granos de café, chicle o caramelo. Evitar que el aliento huela a alcohol no significa que el alcohol en sangre desaparezca.
- Esperar un par de horas. Los estudios indican que el hígado es capaz de metabolizar 0,12 g/l de alcohol cada hora, así que dependiendo de lo que se haya bebido dos horas no bastarán.
- Tomar un aminoácido o protector de estómago. Estos medicamentos no absorben el alcohol.
- Tomar un vaso de leche o de aceite. La gente cree que así se crea una suerte de película en el estómago que evita que el alcohol pase a la sangre, pero no es cierto.
- Soplar con la lengua hacia atrás. Se piensa que así el alcoholímetro no detecta el olor alcohol, pero no es así como funcionan estos aparatos.
- Masticar césped, chupar la batería de un móvil o una moneda de cobre. No hay ningún tipo de fundamento científico o médico detrás de estos tres mitos, que son cuando menos curiosos. Incluso pueden acabar siendo peligrosos para la salud.
Dejando estos mitos de lado, la mejor manera de evitar dar positivo en un control de alcoholemia es no haber bebido nada de alcohol ni haber tomado drogas antes de ponerse al volante.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.