Igual que los adultos, los niños deben viajar protegidos obligatoriamente. Los menores con una altura igual o inferior a 1,35 metros deben usar un Sistema de Retención Infantil (SRI), que según la Dirección General de Tráfico (DGT) reducen en un 75% el riesgo de muerte y un 95% el riesgo de lesiones. Pero ¿cómo reconocer una sillita falsa?
Buena parte de los sistemas de seguridad de un coche no están diseñados para los niños: razón por la que tienen que viajar en un sistema de retención infantil adecuado a su altura y peso. En el mercado hay diferentes tipos de sillas y accesorios: es fácil elegir una, pero es complicado saber cuándo es falsa.
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En Estados Unidos y, concretamente, en Michigan, han observado una creciente tendencia: cada vez hay más sillas infantiles falsas, que son vendidas en internet por minoristas.
Tienen la apariencia de una homologada, pero no ofrecen un nivel suficiente de protección para los niños. ¿La razón? Suelen estar hechos de materiales más baratos y endebles que no soportarían las fuerzas que se producen en un choque.
El precio no es una pista
Para echar una mano a los conductores, la Oficina de Seguridad Vial de Michigan (MOHSP) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Michigan (MDHHS) ha hecho pública una lista de consejos para identificar sillas infantiles falsas.
Entre esas señales de alerta no figura el precio. Explican que no es un indicador fiable porque los sistemas de retención infantil que son falsos, muchas veces, tienen el mismo que los que sí están homologados.
Tres señales para reconocer una silla falsa
La primera pista para saber si un sistema de retención infantil es falso, es la falta de un arnés de tres o cinco puntos para sujetar al menor. Este sistema es habitual en las sillitas de los Grupos 0+ y Grupo I y menos frecuente en las que están incluidas en los Grupos II y III. En los alzadores no está presente.
Otra señal de que una silla puede ser falsa es la ausencia de información que incluya la altura y el peso mínimo. Estos datos son obligatorios, igual que el nombre, el número de modelo y la fecha de fabricación del asiento.
Y, por último, los SRI homologados deben contar con una declaración que confirma que cumplen con los estándares de seguridad.
¿Qué hacer si se compra una silla falsa?
Si un conductor cae en la trampa y compra una silla falsa, hay que informar a la correspondiente autoridad de consumo: en Estados Unidos, incluso, disponen de un formulario exclusivo de reclamación para este caso concreto.
A continuación, hay que devolver la sillita. Y si el vendedor no acepta devoluciones, es aconsejable no donar el sistema de retención infantil: hay que deshacerse de él después de cortar las correas del arnés y de retirar las partes acolchadas.
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