Dado que el cambio climático provoca fuertes lluvias e inundaciones extremas, cada año, miles de vehículos en todo el mundo se ven afectados por las inundaciones.
Como resultado, algunos de estos se reparan y se exportan a otros países. Sin embargo, comprar un coche dañado por una inundación no suele ser una buena inversión, ya que el nuevo propietario puede acabar gastando miles de euros en reparaciones posteriores.
Identificar un vehículo que ha estado en una inundación puede resultar complicado algunas veces. De hecho, algunos problemas solo se hacen evidentes después de mucho tiempo.
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Ocultar los daños
Muchos coches dañados por las inundaciones llegan a Europa desde Estados Unidos. No obstante, países como Francia, Alemania, Italia y Bélgica, que suministran vehículos usados a Europa del Este, también sufren inundaciones.
Según la empresa de datos de automoción carVertical, el agua puede dañar el sistema eléctrico, el motor y varios componentes mecánicos de un coche. Aunque los vendedores pueden secar y reparar el vehículo dañado por la inundación, las consecuencias de la misma pueden aparecer incluso hasta seis meses después de la compra del coche.
Teniendo en cuenta que los conductores tienden a evitar los vehículos dañados por las inundaciones, los vendedores sin escrúpulos a menudo ocultan este hecho. De lo contrario, un coche de este tipo podría ser difícil de vender o requerir una reducción significativa del precio.
Estas son las señales ante las que hay que tener especial cuidado, ya que indican que un vehículo ha sufrido una inundación:
Mal olor en el habitáculo
Si un coche ha pasado mucho tiempo en el agua, es casi imposible limpiarlo a fondo para eliminar cualquier rastro de humedad de todos los rincones del habitáculo. El olor a moho es la primera señal de que un vehículo ha estado en una inundación.
Por eso también se aconseja encender el aire acondicionado al inspeccionar el coche: un mal olor indica que hay humedad, bacterias y moho en el interior del sistema de aire acondicionado. Por eso, los vendedores fraudulentos utilizan varios ambientadores en el habitáculo para engañar a los compradores y enmascarar los olores desagradables.
Signos de humedad
Independientemente de la meticulosidad con la que los vendedores intenten secar un coche, hay varias zonas que pueden insinuar daños por inundación.
Los faros delanteros y traseros empañados desde el interior indican que el vehículo podría haber estado inundado. También es aconsejable examinar minuciosamente el maletero y comprobar el área de la rueda de repuesto, ya que allí suelen encontrarse rastros de humedad.
También la tapicería de los asientos de un coche que ha estado en una inundación se reemplaza, a veces incluso los asientos completos. Si se va a comprar un vehículo de 10 años de antigüedad y sus asientos lucen impecables, considere que estos podrían haber sido reemplazados. En estos casos, se debe preguntar al vendedor por qué se realizó este cambio.
El agua salada causa más daño
Todos los coches se oxidan, especialmente los que se utilizan en climas fríos. Sin embargo, un vehículo dañado por una inundación puede sufrir daños más significativos por la corrosión.
Es crucial que los compradores presten atención a las bisagras de las puertas, los pernos del habitáculo, los pestillos del maletero, los resortes de los asientos y la guantera, ya que estas áreas pueden mostrar signos de corrosión.
En el caso de que un coche haya estado sumergido en agua salada, la corrosión sería considerablemente más severa que la de un vehículo que haya sufrido una inundación de agua dulce.
Los fallos del sistema eléctrico son difíciles de predecir, y además, los coches modernos cuentan con numerosos dispositivos eléctricos que el agua puede dañar irreparablemente.
Al probar un vehículo, siempre es importante verificar si todos los equipos eléctricos funcionan correctamente, desde los reguladores de ventanas hasta el ordenador de a bordo o el sistema multimedia.
Evaluar el estado del sistema eléctrico al comprar un coche puede ser un desafío: los contactos afectados por la corrosión pueden causar problemas eléctricos meses después de la compra. E incluso si el vehículo está perfectamente reparado, no significa que no pueda convertirse en un gran quebradero de cabeza más adelante.
Verificar el lugar de procedencia
Los compradores deben prestar atención a los países donde el coche tuvo un propietario anteriormente y si existe la posibilidad de que haya estado en una zona inundada en algún momento.
El historial del vehículo, que se puede adquirir a través de diferentes empresas y de la DGT, puede indicar este tipo de daños por inundación.
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