Las tecnologías de vanguardia han transformado drásticamente los faros de los coches más modernos y los nuevos sistemas de proyección selectiva, con fuentes de luz led o láser, mejoran en prestaciones y consumo a todo lo anterior.
Sin embargo, la mayoría de los coches que circulan disponen todavía de iluminación tradicional, basada en bombillas convencionales de luz halógena y, en otros casos, con lámparas de descarga de gas xenón.
Ante una avería, las nuevas tecnologías dejan poco margen de actuación al conductor. La asistencia en carretera y la reparación en un taller serán entonces necesarias ante la complejidad de estos sistemas, que si se estropean requieren intervenciones especializadas.
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Pero en el caso de los coches más veteranos y los numerosísimos que siguen equipando faros halógenos convencionales, se puede seguir cambiando una bombilla fundida o estropeada. Eso sí, con mayor o menor dificultad dependiendo del modelo.
Ya no es obligatorio llevar repuesto
Antes, la ley obligaba incluso a llevar en el coche un surtido de bombillas de repuesto. Este requerimiento que desapareció del Reglamento General de Vehículos en enero de 2010, precisamente por esa creciente complejidad de las nuevas tecnologías de iluminación que empezaron a generalizarse a principios de siglo.
¿Cómo saber qué tipo de bombilla lleva el coche?
Lo más fácil es recurrir al manual de usuario del propio vehículo, donde en un apartado aparecen detalladas todas las que equipa el coche, ya sea en los faros como en los pilotos de posición, en los frenos, en los intermitentes o en las luces antiniebla.
No obstante, también existen herramientas digitales que resultan incluso más rápidas que la consulta del manual de mantenimiento del vehículo. Se trata de buscadores específicos en internet, como el que por ejemplo ofrece la cadena especializada Norauto.
Introduciendo en su buscador la marca y el modelo del coche en cuestión, la herramienta informática indicará con precisión el tipo de bombilla requerida. La misma búsqueda puede hacerse mediante la matrícula.
Ayuda del taller
Y al respecto, es aconsejable acudir a un taller para que las sustituyan, sobre todo si no se está muy seguro de hacerlo personalmente con garantías. Y no digamos si se trata de faros de última tecnología, de muy difícil o imposible manipulación si no se tienen los conocimientos y las herramientas necesarios.
Mantener el sistema de iluminación del coche en perfectas condiciones es una cuestión vital, ya que en caso de poca luz garantiza la correcta visión del conductor y, no menos importante, la visibilidad del vehículo por parte de otros usuarios de la vía.
Además, el perfecto funcionamiento de las luces es uno de los puntos más importantes que se verifican de forma rigurosa en la inspección periódica obligatoria de los vehículos (ITV).
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Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.