¿Cuándo hay que cambiar el filtro de gasoil? 

En las operaciones de mantenimiento, el cuidado de los filtros es muy importante (y más en los motores diésel) para evitar graves averías.

El gasóleo es un combustible más denso que la gasolina y también contiene mayor cantidad de impurezas que pueden afectar al buen funcionamiento del motor.

Para evitarlo, el circuito de alimentación del coche dispone de un dispositivo compuesto de una carcasa metálica que contiene un elemento filtrante, generalmente compuesto por celulosa, lanas naturales o fibras sintéticas, impregnados de resinas que mejoran su eficacia. 

El buen estado del filtro de gasoil es clave para que el motor funcione correctamente y no gaste en exceso. La limpieza de los inyectores depende en gran medida de la calidad del combustible y el filtro se encarga de tamizar estas dañinas impurezas. 

La mejor forma de mantener el motor diésel en buen estado durante muchos kilómetros es un correcto mantenimiento. Y una de las operaciones más importante es la sustitución del filtro de gasoil cuando así lo indique el fabricante. 

Síntomas de que el filtro está sucio

En general, todas las marcas recomiendan cambiar el filtro a la vez que se repone el aceite lubricante. Realizar cuando toca la sustitución de este componente garantiza que el motor funcionará sin problemas en lo que atañe a su limpieza. Y en la duda de cuando conviene realizar esta operación en nuestro vehículo, el mecánico nos lo podrá aclarar según la marca y el modelo. 

Los inyectores de gasoil no son los únicos componentes que pueden ensuciarse y deteriorarse por culpa de un filtro sucio. Otras piezas del motor pueden estropearse por la misma causa y entre ellas destaca el catalizador que, debido precisamente a un incorrecto funcionamiento de los inyectores, puede averiarse sin posibilidad de reparación y es un elemento obligatorio para no contaminar y también muy caro de sustituir. 

Algunos síntomas claros de que es hora de sustituir el filtro de gasoil son las dificultades del motor para arrancar, pérdida de potencia, tirones durante la marcha, un consumo más elevado que de costumbre, olor y color anormales de los gases de escape o que el motor se cale al ralentí. 

Desgaste acelerado

Entonces no habrá que demorarse mucho para visitar el taller porque un filtro de gasoil sucio u obstruido puede acelerar prematuramente el desgaste del motor o provocar las averías ya mencionadas con un coste bastante más elevado que el que supone reponerlo. 

También hay situaciones que aconsejan la sustitución del filtro de gasoil. Por ejemplo, en un uso intensivo en ciudad con frecuentes arranques en frio y recorridos cortos en los cuales el motor no llega a alcanzar su temperatura de funcionamiento.

O también, si el coche ha estado mucho tiempo parado, todas las impurezas y la condensación de agua contenidas en el depósito de combustible se habrán depositado en el fondo y toda esta suciedad será aspirada al circuito de alimentación por la bomba de combustible. 

El bajo precio de un filtro de gasoil, de entre cinco y 30 euros para la mayoría de los modelos de coche, no justifica que se descuide su mantenimiento y sustitución por un repuesto de calidad que, por lo general, se recomienda cada veinte o cuarenta mil kilómetros según el tipo de motor de que se trate.

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