Uno de los aspectos más importantes a la hora de viajar en coche, y que a veces se pasa por alto, es la postura. Sentarse incorrectamente resta eficacia al cinturón de seguridad y puede producir, entre otras consecuencias, lo que se conoce como efecto submarino, haciendo que el ocupante del vehículo salga despedido por debajo del cinturón y sufra lesiones graves.
El cinturón de seguridad es útil en cualquier trayecto y en todos los asientos. Por ejemplo, en un recorrido urbano, reduce hasta cinco veces la probabilidad de resultar herido grave o muerto en accidente si se lleva puesto, según recuerda la Dirección General de Tráfico.
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Efecto submarino en el coche: ¿qué es?
Si un ocupante lleva una posición excesivamente relajada o el asiento demasiado tumbado, un frenazo o un golpe pueden provocar que el cuerpo de deslice por debajo, produciéndose así un impacto con el salpicadero, el volante o la parte baja del habitáculo. También puede ocurrir que la banda abdominal dañe al conductor o el pasajero.
La DGT recomienda a menudo llevar colocado correctamente el cinturón de seguridad para evitar “lesiones en espalda y pelvis, rotura de fémur o de la cabeza del fémur, además de hemorragias internas graves”. Ajustarse bien el dispositivo de retención, evitando holguras, y no añadir ningún complemento al asiento –como aislantes de bolas, riñoneras o almohadones–, son algunos de los consejos que da la DGT para ello.
Reglas de oro para llevar correctamente el cinturón
Los beneficios del cinturón de seguridad son evidentes: impide que el ocupante del vehículo salga disparado en caso de accidente y distribuye las fuerzas del choque sobre las partes más fuertes del cuerpo. En este sentido, la DGT establece seis normas muy sencillas para que el cinturón de seguridad actúe con total eficacia:
- Banda diagonal. La banda diagonal debe pasar por el centro de la clavícula (entre el hombro y el cuello) y la horizontal por debajo del abdomen.
- Nunca retorcido. Una vez abrochado, se debe comprobar que no esté enganchado o enrollado en alguna parte de su recorrido. Si esto ocurre, el cinturón sujetará peor el peso del cuerpo y, en caso de que esté pegado al cuello, puede producir cortes o quemaduras si se produjera un accidente.
- Sin holguras. Una vez colocadas las bandas, se recomienda que se tire un poco hacia arriba de la diagonal para eliminar posibles holguras.
- Abrigos. No se deben utilizar prendas demasiado voluminosas, como los abrigos. Tampoco pinzas, ni poner nada debajo del cinturón, como cojines o almohadones, con el fin de ir más cómodo.
- Asiento. También debe tenerse en cuenta la posición del asiento. Este ha de estar casi en ángulo recto, nunca demasiado inclinado, pues esta posición favorece la aparición del efecto submarino y facilita que el cinturón produzca un estrangulamiento en caso de accidente. Asimismo, nunca deben colocarse los pies en el salpicadero.
- Accidente. Se debe cambiar el cinturón tras sufrir un accidente, ya que el trenzado de este puede haber perdido su eficacia e, incluso, pueden haberse producido roturas en los sistemas de anclaje.
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