Embrague, freno y acelerador: por qué los pedales del coche están colocados en ese orden

Tan importantes como el volante, son estos tres elementos que un coche con cambio manual necesita para circular.

Pedales coche
Pedales de un coche, de izquierda a derecha: embrague, freno y acelerador. | Getty Images

Para que los coches autónomos pueblen las ciudades y carreteras, según los expertos, todavía quedan muchos años y tampoco es 100% seguro de que finalmente lleguen a imponerse. Son los seres humanos los encargados de gobernar el funcionamiento del automóvil y para ello hay que valerse, entre otros, de la vista, las manos y los pies.

Aunque en los comienzos de la era de la automoción, a finales del siglo XIX, aquellos primeros modelos, como el coche a motor de Carl Benz, no disponían de los componentes actuales. Ni existía un volante, ni unos pedales al uso. La dirección era una suerte de timón que accionaba la única rueda que giraba. Para acelerar y frenar el triciclo que hizo famoso Bertha Benz, recurría a una palanca que estaba situada en el lado izquierdo del asiento. 

Es más, ni siquiera el famoso Ford T, que democratizó el automóvil como medio de locomoción, disponía de la configuración actual. En aquel famoso modelo desarrollado por Henry Ford, ya se disponía de un volante para manejar la dirección, pero no existían los tres pedales que hoy se conocen. El Ford T, sí que frenaba mediante un pedal que se accionaba con el pie, pero el acelerador era una palanca ubicada al lado del volante.

Cadillac Type 53

El primer coche que montó tres pedales, para que el conductor lo controlara de la misma forma que se hace hoy en día, es el Cadillac Type 53. Este vehículo, que salió de las cadenas de montaje de la firma estadounidense en 1916, se convirtió en el nuevo estándar para el resto de los coches que vinieron después. Atrás quedaban las palancas para embragar o acelerar. El conductor usaba sus pies para manejar el vehículo.

La marca anunció que era la forma más eficiente de conducir. Con un pie se manejaba el acelerador y el freno, y con el otro el embrague. Solo había que presionar hacia abajo el pedal del acelerador para que el coche se impulsara y, de la misma manera, empujando el pedal del freno, el vehículo se detenía. Por su parte, el Cadillac Type 53 disponía de tres marchas que se engranaban con la mano (moviendo una palanca) mientras se pisaba el pedal del embrague.

Cadillac Type 53 Cabriolet (1916).

Embrague, freno y acelerador

La configuración de los tres pedales que montan los coches con cambio manual, que son solo dos, acelerador y freno en los automáticos, tiene un porqué. Mirando los pedales desde la posición del conductor, de izquierda a derecha, se ubica primero el embrague, después el freno y, por último, el acelerador. Esta combinación fue creada para que la pierna izquierda accionara el embrague y la derecha los dos restantes.

Es la manera más inteligente de conducir, ya que a la vez que se frena no se puede acelerar. El pie derecho se encarga de estas dos opciones antagónicas, mientras que el izquierdo solo se circunscribe al embrague. 

Bien es cierto que, en conducción deportiva, sí que se puede usar el pie derecho para presionar conjuntamente el freno y el acelerador. Es el movimiento que se denomina, punta-tacón. En esta maniobra se presionan los tres pedales al unísono al reducir marchas. Mientras se pisa el freno con la punta del pie, se da un golpe al acelerador con el tacón para que las ruedas no se bloqueen al levantar el pie del embrague.

Pedales coche
Vista opuesta de los pedales de un coche.

Pedal del freno más alto

Los tres pedales de los coches no son iguales en cuanto a la forma y también en cuanto a la altura a la que se ubican sobre el plano. Actualmente, el pedal del acelerador tiene una forma diferente a los otros dos y, además, está situado más bajo que el freno y el embrague. Con el paso de los años, los ingenieros han ido evolucionando la colocación de los pedales. 

El cambio de forma del acelerador se debe a circunstancias ergonómicas, ya que es el pedal que más tiempo pasa accionado. A los conductores se les debe facilitar una mayor comodidad para favorecer el descanso del pie derecho, en, por ejemplo, viajes largos. Por eso su estructura y su mayor superficie de contacto tienen ese objetivo. 

Además, el acelerador también está situado más abajo que los otros dos pedales, pero es por un tema de seguridad, no de comodidad. La lógica dice que para frenar se debe dejar de acelerar. Así, al situar el pedal del acelerador más abajo que el del freno, obliga al conductor que para llegar a este último debe de levantar completamente el pie del acelerador. Asimismo, esta diferente ubicación en altura impide pisar el freno al mismo tiempo que el pedal del acelerador.

Pedales coche
Distinta forma y altura del freno y el acelerador.

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