¿Es buena idea llevar comida en el coche? 

En verano los viajes se incrementan: tanto los desplazamientos cortos como los largos. Para estos segundos, algunos conductores apuestan por llevar en el habitáculo bebida y comida. El problema es que el número de horas que dura un trayecto es uno de los peores enemigos de los alimentos. O, mejor dicho, de su conservación. 

Saia, la consultoría de seguridad alimentaria, explica en 20Minutos, que el mejor sitio para llevar comida en un viaje es el interior del coche: no el maletero. ¿La razón? Con la climatización podemos mantenerla a 25 grados, que es la temperatura ideal para crear un lugar fresco y seco. Y cuando se pare para comer, hay que tener cuidado con la exposición directa al sol. 

¿Cuáles son los alimentos que se pueden llevar en el coche? 

Hay determinados alimentos que son idóneos para un viaje porque su conservación no implica, en principio, riesgos: comida deshidratada, conservas, frutos secos o pan y derivados. Son, también, una buena opción es la comida cuyo contenido en sal les ayuda a aguantar bien a temperatura ambiente. Un ejemplo de ello son las carnes curadas como el jamón o los embutidos como el lomo. 

Como contrapunto, hay comidas que el conductor y sus acompañantes deben evitar en un viaje en coche: alimentos frescos, listos para el consumo o congelados, así como aquellas para las que se ha empleado huevo fresco en su preparación. 

¿Qué se puede beber al volante? 

La hidratación es fundamental cuando se conduce en verano. No en vano, un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE) apunta que con un nivel de hidratación insuficiente se cometen los mismos errores que bajo los efectos del alcohol. 

El conductor debe beber con frecuencia pequeñas cantidades para mantener estable su ingestión de líquidos. La Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda batidos, refrescos no gasificados o zumos de frutas y verduras frescas para estar hidratado, pero la citada consultoría aconseja recurrir, exclusivamente, al agua, ya que los zumos naturales no se conservan muy bien. 

¿Cómo viajar con comida? 

Lo ideal es consumir alimentos comprados durante el viaje en una gasolinera o en las áreas de servicio. Si no es posible, lo más recomendable es llevar la comida en neveras portátiles (rígidas, con formato de mochila, de tela…) con sus correspondientes acumuladores de frío o placas de hielo para conservarla en perfectas condiciones. 

Existe, además, un truco para aislar los alimentos del calor exterior si no se dispone de una nevera portátil: introducirlo en un recipiente hermético y envolverlo con papel de periódico.   

¿Qué dice la DGT sobre comer en el coche? 

Desde Tráfico recuerdan que lo ideal es aprovechar las paradas para comer. Si se hace al volante, una de las manos del conductor irá ocupada y “puede suponer conducción negligente y, además, ser causa de distracción”. Así lo han recordado, en alguna ocasión, en sus redes sociales. 

No existe una norma concreta que prohíbe comer al volante: todo dependerá del juicio del agente. Como ocurre con otras infracciones, como conducir con chanclas, existen tres artículos en los que se pueden amparar para multar al conductor. 

• Artículo 3.1: indica que se debe conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, y prohíbe conducir de modo negligente o temerario. Si la autoridad lo considera así, la sanción será de 200 euros. 

• Artículo 17.1: establece que el conductor debe estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo. Si considera que comer mientras está al volante impide ese control, la sanción será de 80 euros, sin retirada de puntos. 
• Artículo 18.1: decreta que el conductor tiene la obligación de mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente en la conducción. Si la comida no lo permite, la multa será la misma que en el caso anterior.