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Ya sea por ocupar con equipaje todo el maletero o por aprovechar la bandeja que existe tras los asientos posteriores para colocar objetos, el conductor puede dejar de ver la carretera por el retrovisor central. Una circunstancia que afecta a la seguridad, pero que se permite bajo algunos condicionantes.
Según marca el reglamento de circulación, “la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule”. Los agentes de tráfico, además, siempre podrán inmovilizar y denunciar a un vehículo que presente “deficiencias que constituyan un riesgo especialmente grave para la seguridad vial”.
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Pero se permite que el equipaje impida la visión de la luneta posterior en los modelos de coche que no lleven el maletero separado del habitáculo (SUV, familiares, o berlinas de cinco puertas). Esta circunstancia no es causa de sanción, pero, eso sí, siempre que el vehículo en cuestión esté dotado de dos retrovisores exteriores (en los turismos son obligatorios solo el izquierdo y el central).
Y aunque en este caso sea posible tapar el cristal trasero, lo aconsejable es dejar libre de estorbos todas las superficies acristaladas del coche. Así, el conductor controla con la vista la mayor parte de la información necesaria para circular con seguridad.
La importancia de cargar bien el maletero
Si se carga el maletero aprovechando toda su capacidad, será aconsejable hacerlo de forma correcta y hasta el nivel de la bandeja de separación. Y, si este se supera por encima, hay que procurar que sea con el equipaje más ligero y que permanezca bien sujeto mediante una red. Los objetos no deben quedar sueltos para que, en caso de frenada o colisión, no invadan el habitáculo.
Lo recomendable es que la bandeja y la luneta trasera permanezcan siempre libres de objetos que dificulten la visión o que puedan salir despedidos en caso de una fuerte deceleración. Y tampoco se permite instalar en el cristal láminas tintadas, adhesivos o cortinillas no autorizados.
Al respecto, hay que recordar que las únicas pegatinas que la DGT contempla llevar adheridas en los cristales son la del distintivo medioambiental y la correspondiente al año de inspección técnica (ITV). Cualquier otro elemento no autorizado que, a criterio de los agentes dificulte la correcta visión del conductor, podrá ser denunciado.
La visibilidad en el vehículo
El Reglamento General de Circulación regula los aspectos relacionados con la visibilidad en su artículo 19.
1. La superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule, sin interferencias de láminas o adhesivos.
Únicamente se permitirá circular con láminas adhesivas o cortinillas contra el sol en las ventanillas posteriores cuando el vehículo lleve dos espejos retrovisores exteriores que cumplan las especificaciones técnicas necesarias.
No obstante, la utilización de láminas adhesivas en los vehículos se permitirá en las condiciones establecidas en la reglamentación de vehículos.
La colocación de los distintivos previstos en la legislación de transportes o en otras disposiciones deberá realizarse de forma que no impidan la correcta visión del conductor.
2. Queda prohibida, en todo caso, la colocación de vidrios tintados o coloreados no homologados.
3. Las infracciones a las normas de este precepto serán sancionadas con arreglo a lo dispuesto en el artículo 67.2 del texto articulado de la Ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial.
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