La historia del millonario británico que empezó su imperio vendiendo una matrícula personalizada

Las matrículas personalizables son típicas de Estados Unidos, pero este no es el único país que las permite. Mientras que en España no es posible escoger la combinación de números para la placa del coche, sí lo es en Reino Unido, Alemania o Andorra.

Aunque parezcan un accesorio (obligatorio) un poco nimio, hay placas de matrícula personalizadas que se han vendido por una enorme cantidad de dinero. Este año, en Australia se subastó una placa identificativa por casi siete millones de euros. En Dubai, el año pasado, se pagaron 13 millones.

Y un hombre de Birmingham consiguió levantar su imperio gracias a la posibilidad de personalizar placas de matrícula. Rod Shields, de 60 años, ha concedido una entrevista a The Mirror donde explica cómo consiguió hacerse millonario después de comprar una matrícula de 120 libras (143 euros).

En los 80, Shields revisó la ley británica y vio que, efectivamente, se aceptaban las matrículas personalizadas. Tomando como referencia a los cantantes, que solo por una canción cobran derechos el resto de su vida, pensó en empezar un negocio similar.

Una matrícula personalizada por 3.500 euros

Así, este millonario compró una matrícula personalizada, 4VBF, y consiguió revenderla por más de 3.000 libras (3.582 euros). En aquel entonces, 3.000 libras daban para mucho. Shields dió la entrada para su primera casa y empezó su verdadero negocio: el inmobiliario.

Más tarde, compró por 400 libras otra matrícula, UG03RGE, el año que el cantante Geroge Michael falleció. Volvió a venderla por 3.000 libras. Eso sí, la matrícula más cara vendida fue BE57APP, aunque Shields no ha confirmado por cuanto la vendió.

El vídeo del día

Desde el primer momento se dio cuenta de que podía crear un negocio, UBR Plates, que mantiene a día de hoy. Aunque empezó con su empresa de matrículas personalizadas, lo que le ha dado el título de millonario ha sido el sector inmobiliario. Gracias a las ganancias de compraventa de placas, consiguió invertir en viviendas y alquilarlas.

Los datos del Gobierno británico muestran que, en 30 años, se han vendido unos seis millones de matrículas personalizadas. De hecho, incluso se organizan subastas públicas para la venta de ciertos números de placas.

Según los datos, la matrícula más cara costó 400.000 libras (casi 478.000 euros) y rezaba 25 O. La siguiente, que decía 1D, se subastó por 285.000 libras (más de 340.500 euros).