En España, siempre que no haya algo que lo prohíba de forma expresa, como ocurre con la señal R-308 que informa de la existencia de un vado, es posible aparcar en la calle. Los conductores más afortunados pueden, incluso, hacerlo en la puerta de su casa sin miedo a recibir multas por valor de cientos de euros.
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Es lo que le ha ocurrido a Ángela Calderaro: por estacionar en la calle, en frente de su casa, ha recibido varias sanciones La deuda que ha acumulado es de 400 euros en un par de semanas. El motivo hay que buscarlo en la normativa de tráfico de Sacramento (California, Estados Unidos).
En la citada ciudad, a la hora de aparcar hay que tener en cuenta la presencia de las paradas de autobús. No se puede dejar el coche a menos de 18 metros antes de una de ellas y hay que dejar una distancia mínima de nueve metros después. Ella tiene una en frente de su casa.

Por otro lado, la ‘Ley de Luz Natural’, también conocida como AB 413, entró en vigor el 1 de enero de 2025. Prohíbe aparcar a menos de seis metros de cualquier cruce peatonal (marcado o no) y a menos de 4,5 metros si hay una extensión de la acera. El objetivo es mejorar la visibilidad para aumentar la seguridad de los peatones y ciclistas.
Inteligencia artificial para multar
Respetar todas estas normas ha hecho que aparcar cerca de su casa sea más complicado de lo habitual. Hacerlo en la puerta respetando estas restricciones es imposible. En declaraciones a The Sun, ha explicado que tiene “dos hijos pequeños y uno de ellos es discapacitado. No puedo cargar con la compra y los niños”. Este es el motivo por el que estaciona en la calle cuando tiene prisa.

Las multas están firmadas por el sistema de inteligencia artificial de Sacramento Regional Transit (SacRT). Instalado en los autobuses, su misión pasa por detectar los coches mal aparcados y emitir la correspondiente sanción.
Esta tecnología está presente en otras ciudades como, por ejemplo, Madrid. Aquí han instalado un sistema de inteligencia artificial en el interior de las lunas delanteras de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) para interceptar a los vehículos que usan el carril bus sin estar autorizados para ello.
La conductora de Sacramento, por su parte, ha impugnado las multas con dos argumentos. Apunta que el sistema no tiene en cuenta el contexto de los ciudadanos y que faltan señales claras sobre dónde empieza y acaba la zona donde el aparcamiento está prohibido.
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