Más allá de las ruedas: todos los elementos que alargan la frenada

El exceso de velocidad influye en la distancia de frenado, pero no es el único factor. El mantenimiento de un vehículo juega un papel crucial que va más allá del estado de los neumáticos. ¿Saben los conductores qué otros componentes pueden incrementar la frenada de su vehículo?

Para entender cuál es su efecto en el número de metros que el coche necesita para detenerse por completo, hay que saber qué dos factores influyen en esta maniobra. El primero de ellos es la distancia de reacción: es el tiempo que transcurre desde que el conductor percibe el peligro hasta que empieza a pisar el freno.

Durante este lapso, el coche sigue circulando a la misma velocidad. Hay que tener en cuenta que a 30 km/h, el conductor recorrerá ocho metros en un segundo: a 120 km/h esa distancia se incrementa hasta los 33 metros, es decir, más de siete modelos de tamaño medio.

El segundo factor es la distancia de frenado, es decir, los metros que se recorren pisando el freno hasta que se detiene totalmente la marcha: a 120 km/h, un coche cubre casi 81 metros mientras está frenando. Con este dato y el anterior, se calcula la distancia de parada que, a 120 km/h, es de 114 metros.

Cómo influyen los frenos y los amortiguadores al frenar

Conocer la distancia de reacción, de frenado y de parada es fundamental para tener presente la importancia que tienen algunos elementos en esta maniobra. Y es que no sólo los frenos juegan un papel relevante: hay más componentes que alargan los metros necesarios para detener el coche.

Si los frenos están desgastados, la distancia se incrementa en un 25%. O lo que es lo mismo: el vehículo necesitará 20 metros más. Lo mismo sucede si los amortiguadores se encuentran en mal estado. En este caso, el aumento es del 36%, es decir, 28 metros más.

El papel de los neumáticos en una frenada

El estado de los neumáticos también influye en la frenada: un dibujo desgastado, dentro del límite legal, hace que la distancia de frenado crezca un 6%. Según datos de la marca Kumho, por debajo de los tres milímetros de profundidad las ruedas pierden prestaciones.

Así las cosas, con un neumático que tiene tres milímetros de dibujo, el coche frenará en 60 metros: con dos milímetros, esa distancia crecerá hasta los 70 y con un milímetro se irá hasta los 90 metros. Cabe recordar que, por ley, la profundidad debe ser, como mínimo, de 1,6 milímetros.

Más factores que influyen en la frenada

Recuerda la Dirección General de Tráfico (DGT) que en la frenada también influye el estado del conductor: con cansancio acumulado, el tiempo de reacción se duplica y la distancia recorrida, también. Y tampoco hay que olvidar el efecto que tiene el uso del móvil o de la pantalla central: marcar un número en el móvil implica recorrer 433 metros a 120 km/h sin prestar atención a la carretera y manipular el sistema de infoentretenimiento, 200 metros a la misma velocidad.